Para algunas bandas es casi un milagro durar más de 10 años. Para otras, el destino es ser como los Rolling Stones, pero ¿a qué costo?. En el medio, hay algunas que han sabido seguir en la ruta, superando adversidades y aún con energía vital para encontrar nuevos desafíos, como es el caso de Love of Lesbian, una de las bandas de rock-pop indie más grandes que ha dado España en este siglo.
Aunque ya tienen una larga discografía, en suelo chileno esta banda es un secreto que muchos descubrimos al leer esas revistas Rockdelux que llegaban con un desfase de seis meses en los kioscos del país. En esas páginas, nunca faltaban comentarios sobre sus discos y estupendos shows, que pensamos que jamás veríamos de cerca, hasta que debutaron en Santiago, en una sudorosa noche en el Club Chocolate.
Para Jordi Reig, guitarrista del grupo, aquella noche de 2015 fue inolvidable, y no lo dice sólo por caer bien. “Las primeras veces son las que te quedan grabadas (…) hay que entender un grupo como nosotros… que nos vemos como un grupo pequeño -que forma parte de nuestro ADN- es un grupo que se formó en el instituto, en la escuela secundaria, que terminábamos las clases e íbamos a ensayar. ¿Quién nos iba a decir que en 25 años después estaríamos hablando de un disco en Chile?”.
Este octubre de 2024 marcan un nuevo capítulo con Ejército de Salvación, una luminosa colección de nuevas canciones (con varias colaboraciones estelares) que lleva su música a un sonido amplio, tanto a nivel técnico como a su capacidad de llegar a las masas.
¿Cómo surgen las canciones del nuevo disco?
Santi llevaba mucho tiempo hablando de amor, de desamor, de prismas muy distintos, y esta vez fue la amistad, que es algo que siempre lo damos por hecho, por sentado, y no hace falta dedicarle una canción. Pues, le vamos a dedicar un disco entero. Son distintas perspectivas y más allá de la amistad superficial, sino que una amistad puede ser algo que te puede causar arañazos, heridas, conversaciones pendientes. Era un pequeño homenaje incluso a nosotros mismos.
¿Este hecho, de que sea un trabajo más “personal”, los llevó a mostrarse en la portada del disco? Algo que nunca habían hecho antes.
La terminología “Ejército de salvación”, sin querer dar a entender lo que es un ejército como tal, es uniformado, todos iguales, donde la primera característica de un ejército es que las personalidades de cada uno desaparecen para parecer algo muy uniforme. Aquí cada uno tiene su característica, nos pusimos unas máscaras un poco con los rasgos de cada uno. Esa pequeña cosa que queda reflejada en la portada. Como banda por primera vez salimos, pero no queríamos salir como la típica banda, sino darle una vuelta. A mi me taparon la cabeza, yo soy el de la cabeza tapada (risas).
Esta vez, en este disco compartieron con diversos artistas como Amaral, Rigoberta Bandini y Jorge Drexler. ¿Cómo se fueron dando estas colaboraciones?
Rigoberta es la única con la que no habíamos trabajado nunca. Todas las otras (Drexler, Leiva, Zahara, Amaral) habíamos compartido escenario con ellos.
En este caso, había una asignatura pendiente, de que había que dejarlo plasmado en un álbum. Un disco con tantas colaboraciones te falta una seguridad como banda para hacerlo, y para que no se desvirtúe el mensaje. Había cierto miedo de que se convierta en un “duets”, y en ningún caso era la intención. Es un disco de Love of Lesbian, con canciones con Love of Lesbian, y con colaboraciones que le van a dar la vuelta, o se las van a llevar a su estilo, pero que continúan siendo Love of Lesbian. Y se ha conseguido en todos los casos, porque todas han aportado desde su sitio, una potencia en el mensaje. Han llevado las canciones de Love of Lesbian un poco más allá de lo que hubiéramos hecho nosotros.
Al escuchar este disco, siento que aquí perfeccionaron su capacidad de hacer “coros de estadio”.
Bueno, no nos vamos a engañar, ya tenemos cierta experiencia y a veces ya puedes intuir cuando estás en el estudio, “Wow, esta se va a cantar, esto va a funcionar”. Sí es cierto que es más luminoso que el anterior (Viaje épico hacia la nada, 2021), que era un disco más oscuro, más complicado, que nació de una muerte traumática (…) Hay que aclarar que no somos un grupo de estadios. Estamos en festivales, en grandes recintos, pero no somos un grupo de estadios como tal. No es nuestro hábitat natural.
El próximo año se cumplen 10 años de su primera visita, en el Club Chocolate. ¿Cómo recuerdas ese debut?
Uff… La primera vez que coges un avión, haces 200 mil kilómetros, vas a Santiago de Chile…, maravilloso, y entradas agotadas. El Chocolate no es un espacio enorme, pero es muy significativo para una banda, que por primera vez pisa una ciudad, agotar entradas con 850-900 localidades. Y la intensidad con la que se vivió el concierto. sobre todo.
Hay algo que es como mágico que es cuando escuchas tus canciones cantadas en otro acento, y eso le da una perspectiva, un toque a la canción, que las hace maravillosas. Hace la experiencia muy distinta.
Con el paso de estos años, las giras en el último tiempo. ¿Cómo ves que es recibida la música de Love of Lesbian en Latinoamérica?
Love of Lesbian somos una banda que ha sido de largo recorrido, tanto a nivel de crecimiento, a nivel de reflexión. Es una banda que te va entrando, te va entrando… siempre hay algo muy recurrente cuando sacamos un disco, que del 80% de las veces, muchas veces he tenido que escuchar dos veces el disco, porque no me ha entrado a la primera. O sea, principalmente uno de los motivos es porque Santi hace unas letras normalmente larguísimas, los estribillos no se repiten, lo cual requiere varias escuchas. Pero a la tercera escucha, se hace una banda que te atrapa y la mayoría de la gente ya no nos suelta jamás.