Dulce y Agraz: “En México tenía ganas de encontrarme a mí en otro contexto y me encontré con el mundo”

A tres meses de haberse radicado en México, Daniela González, artista detrás de la propuesta Dulce y Agraz, regresó a Chile para realizar una serie de conciertos por Valparaíso, Santiago, Concepción y Temuco, ciudad donde el pasado 18 de agosto cerró esta gira. Girar es un concepto que le hace ruido a la artista ya que, a diferencia de su nueva residencia, el concepto la lleva a moverse de norte a sur de forma lineal, cantando finalmente en La Araucanía, luego de posponer por una semana el concierto por un resfriado, producto del cambio abrupto de temperatura en este lado del mundo.

La cantante penquista, dueña de una voz poderosa y una honesta poética en sus canciones que abarcan el amor, la sensualidad y la belleza, tocó en un escenario clásico de la ciudad, por donde alguna vez pasó Violeta Parra con sus cantares. 

Frente a un centenar de personas, Daniela deslumbró con un concierto de más de 60 minutos, donde la puesta en escena la tenía a cargo de una performance en donde era cantante, instrumentista y bailarina a la vez. Ella se reconoce como una fiel admiradora de las artes escénicas, por eso decide enfrentar el escenario de esa forma, presentando canciones como “Ay, amor”, “Íbamos” o “No me alcanza” ante una tímida audiencia afectada por los bajos grados que se sintieron en el antiguo espacio sureño.

La gira terminó horas antes de que la poeta cumpla 26 años, expresando con sensibilidad y ternura el hecho de dejar una edad en la que tomó decisiones que, de una u otra forma, le permiten estar cantando, sin alejarse de los principios que defiende desde que comenzó a escribir canciones a los 13 años. 

Minutos después de cantar y compartir con sus fanáticos, Dulce y Agraz respondió a las dudas de LaRata.

-¿Cómo te recibe esta gira luego de un pequeño tiempo lejos de tu país? 

De forma muy cálida, de forma muy honesta también. Es bacán volver a encontrarme con Chile sin esperarlo.

-Y esta transición hacia la migración, ¿cómo ha sido? Me imagino que igual en estos meses has podido ir acostumbrándote a nuevas lógicas, pensando en lo que estabas buscando con tu música.

O sea, creo que todavía estoy en pleno proceso de adaptación y de entender también cómo ha sido, porque en 3 meses como que es muy… 

-De hecho, fue sorprendente que tu visita a Temuco haya sido tan pronto, tras un concierto en el verano. ¿Fue planeado?  

No, tuve específicamente que venir a rendir un fondo, porque me adjudicaron un fondo al que postulé 3 veces. Y sí, a raíz de eso tuve que venir. Siento que ha sido intenso y creo que vivir fuera de Chile me ha reconciliado mucho con Chile y me ha hecho valorar un montón de cosas. Es una respuesta en desarrollo, porque siento que ha pasado muy poquito tiempo.

-Migrar no es fácil.

No es fácil, nunca. Pero sí, me siento agradecida de estar en este proceso porque me ha abierto una mirada que siento que es importante tener. Por ejemplo, lo que sucedió hace poco con Venezuela, me afectó mucho porque lo comprendo desde todas las personas que querían regresar a su país y no pueden. Y creo que en verdad migrar es un proceso muy amplio, muy largo, pero te ayuda mucho a tener una mirada del mundo que no podrías tener otra forma. O sea, creo que uno da por sentado estar en un lugar, en un país. 

-Además, entendiendo los contextos que viven los migrantes, muchas veces migran solos. En tu caso migraste con tu pareja, te encuentras de otra forma a explorar esta decisión.

Claro, o sea, creo que son distintas las dificultades, pero igual migrar está catalogado como uno de los procesos más estresantes y difíciles de la vida, es como cambiarse de casa o de trabajo.

-Es dejar la cotidianidad a la que uno se acostumbra. Tú ya habías dejado Concepción para acostumbrarte a Santiago, tenías tu nicho.

Si, es difícil, es todo un proceso de mucho cambio, de desprenderse de lógicas, de estructuras que uno tiene. Es difícil, pero a la vez es muy hermoso. Como que el último mes que estuve en México lo agradecí mucho. Me costaron los primeros 3 meses, y el último mes ya empecé a sentirme más en casa. Pero estoy muy, muy agradecida a México por todo lo que me está haciendo en este momento de la vida. 

-De girar en círculos como decías en tu concierto. 

¡Sí! De poder girar en círculos y no solo en un sentido lineal. 

Propuesta en escenario

En cuanto a tu trabajo artístico y poético, tu show es muy corporal. Te expandes en solitario abarcando todos los elementos de una puesta en escena. ¿Cómo nace esta propuesta? ¿Cómo la has trabajado? 

Soy una fiel admiradora de las artes escénicas desde hace mucho tiempo. Estudié teatro buscando más información acerca de eso, porque soy una persona muy tímida y me cuesta mucho el escenario. Siempre me ha costado mucho el escenario, y creo que cuando empecé a estudiar teatro me empezó a gustar y también empecé a vincularme con la danza. En verdad, siempre he estado intentando abordar el escenario de una forma cómoda y de una forma súper honesta. Creo que hoy día, por ejemplo en Chile, pasa harto que los shows en vivo son muy grandilocuentes. Muchas veces es una cantante con 8 bailarines y muchas luces. Es como hacer un show multiplicado por 10.

Creo que ahora estoy como en una búsqueda de cómo puedo llenar el escenario sola con todo lo que quiero hacer sin yo ser bailarina, sin yo ser una actriz completamente formada, sino como agarrar todos estos conocimientos y hacerlos míos y ponerlos en el escenario de la forma más cómoda y honesta para mí y para la gente también, porque siento que a veces las personas en verdad te van a ver a ti, y ellos pueden vincularse contigo de una forma más directa, más honesta, o sea. 

A veces es bueno no ocultarse detrás de 10 bailarines, que eso igual sucede. Bueno, yo también como público prefiero a veces ver al artista. 

-Teillier nos decía que la poesía quizás nunca va a terminar las guerras, pero sí puede ser un gran salvavidas para nuestras almas, ¿cómo la poesía te ha acompañado en esta decisión? ¿Cómo ha impactado en tu creatividad escribir desde lejos?

Creo que cuando uno se encuentra con… Ahora me pasa en México que tenía ganas de encontrarme a mí en otro contexto y me encontré con el mundo. Uno no conoce el mundo.

-Uno se da cuenta lo aislado que estamos en esta isla llamada Chile.

Si, no conocemos el mundo en su violencia, en su ternura, en su abundancia, en su locura. Es tremendo. Pero creo que la poesía y el arte es necesario en todos los lugares del mundo, porque siento que uno siempre va a encontrar dificultades en cualquier país, pero en verdad no es el país, no es la gente, es el sistema en todos los países del mundo, en todos los lugares del mundo. Y siento que la poesía, claro, la Cecilia Vicuña igual decía que la poesía no cambia el mundo, pero sí cambia la idea del mundo, o un sentir sobre el mundo, y es necesaria para poder desde ahí ir construyendo estructuras más concretas, que nos acompañemos desde el conmover o desde el conectar con otros seres humanos. 

Yo siento que igual la poesía nos da una imagen más amplia de la que tenemos enfrente, ahí es donde es necesaria. 

-La gira termina en Temuco horas antes de que cumplas 26 años. ¿Qué te dices a ti misma sobre los riesgos que has tomado? De una u otra forma, estás cantando, lo que responde a defender tus principios, tu arte. 

Yo me siento muy afortunada del público que tengo porque son seres muy hermosos, sensibles, cálidos y me hacen sentir muy cómoda. Me permiten ser la persona y la artista que soy. O sea, sin mi público, suena como muy cliché, quizás, pero en verdad, sin el público que tengo, no puedo sostener ninguna de las áreas de mi vida como la sostengo en este momento. Me siento muy agradecida de hacer lo que amo. No doy por sentado tampoco eso. 

Me siento muy afortunada, me siento muy afortunada en todo sentido. Muy afortunada de poder seguir haciendo lo que amo. 

 

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