Ya con 20 años de carrera hasta ahora, Lisandro Aristimuño es una especie de secreto escondido para quienes siguen atentos a lo que se hace al otro lado de la cordillera.
En estos años, su presencia en nuestro país ha tenido cierta continuidad, siempre en formato íntimo y con elegantes presentaciones en distintas salas capitalinas. Sin embargo, este año al fin podrá presentarse en grande, junto a su banda, en tres fechas agendadas este mes de agosto, en Concepción, Santiago y Viña del Mar (ver el detalle más abajo).
“Es como el logro mayor de un solista: tener su banda y poder mostrar sus canciones en ese formato, que es el que más te genera lo que vos querer hacer y lo que querés mostrar”, se entusiasma Lisandro, quien desde su notebook en Buenos Aires nos cuenta los detalles de su nueva visita a suelo chileno, en el marco de la gira promocional de su álbum El Rostro de los Acantilados.
¿Cómo fue tu primera vez en Chile?
La primera vez tengo el recuerdo que fui a un encuentro de cantautores. Estuvo muy hermoso, había músicos de Latinoamérica y ahí conocí a muchos músicos chilenos que hoy en día son amigos y que con frecuencia hablamos, como Nano Stern, Chinoy, grandes amigos que cuando vienen a Argentina los voy a ver y siempre tenemos algún contacto. Con Chinoy participé en su disco, con Nano somos muy amigos. También con Fernando Milagros, Camila Moreno, Gepe. La verdad es que los admiro mucho.
Ahora nos visitas por primera vez con banda. ¿Cómo cambia tu performance, a diferencia de lo que hemos visto antes acá?
Sonoramente es súper distinto. La vez anterior fui con SET1, que era una cosa más de solo y electrónico, con secuencias, pistas y loops, y ahora voy con mi banda. A veces tenés que reducir, porque los costos son muy grandes para viajar, y al ser independiente, es como muy difícil tener un respaldo para poder ir. Ahora nos la estamos jugando para poder ir a mostrar todos los arreglos que tienen las canciones y que sea más grupal. El show es un poco más rockero, al estar en ese formato suena más a rock electrónico, una cosa medio así.
Esta vez, con tu banda presentarás tu más reciente disco, “El Rostro de los Acantilados”. ¿En qué se diferencia este álbum de tu anterior trabajo, “Criptograma”, en cuanto a su sonido y la forma en que se hizo?
Principalmente, tiene que ver mucho con que mi disco anterior (Criptograma) salió en plena pandemia y no tuve la oportunidad de presentarlo. Este disco es como una especie de collage de todo lo que venía haciendo, de todos los estilos que fui indagando y buscando a lo largo de mi carrera.
Quise reunir un poco lo que venía haciendo y plasmarlo en un disco, que es algo que nunca me pasó con los discos anteriores, que tienen como un concepto y una sonoridad más característica. (…) Escuché mucho mis discos anteriores y agarré un poco de cada uno, y armé como una especie de rompecabezas para poder plasmarlo en un disco. Fue una búsqueda de poder solventar un poco más mi identidad como compositor y productor.
En el álbum pudiste compartir con dos cuartos de Serú Girán, David Lebón y Pedro Aznar. ¿Cómo fue esa experiencia?
Los dos son mis maestros, imagináte. Para mí es como un sueño hecho realidad. Los escucho desde muy chico, de tener cassettes, los admiro profundamente.
El contacto con David Lebón fue porque él me llamó para un disco (Lebón & Co.). Me llamó su mánager para decirme que me había escuchado en un programa de radio y le gustó mucho mi voz. Me invitó a participar en su disco, que eso ya fue un premio enorme para mí, y de ahí empezamos a ser muy amigos, comunicarnos todo el tiempo. Yo digo que es como un tío, cuando tengo algún problema… hablamos de otras cosas, no sólo de música. Es un tío maduro que sabe mucho y le podés preguntar mil cosas, que por ahí ya las vivió, y te puede aconsejar y dar una palmada. Muy sabio David.
Y con Pedro Aznar nos cruzábamos mucho en festivales, yo lo admiro profundamente también. Siempre le decía que algún día me gustaría hacer algo con él, y pasaban lo discos y nunca lo llamaba. Y bueno, llegó este disco y la canción “Devolver tu amor” me pareció bastante beatlesca -que es algo que yo sé que a Pedro le encanta-, es un genio en eso también y pensé que sería bueno compartir esta canción con él.
Se la mandé, le gustó mucho y me dijo que no solo que le había gustado, sino que se le había ocurrido una parte. Entonces, toda la parte que canta él, la parte B la compuso Pedro. Es una co-autoría, asi que imagináte, no solo tenerlo de invitado sino que hizo letra, la melodía, cambió la armonía, los acordes.
Lisandro Aristimuño y su banda se presentarán en Concepción (9 de Agosto, La Bodeguita de Nicanor), luego llegará a Santiago (11 de Agosto, Matucana 100) y Viña del Mar (14 de Agosto, Teatro Municipal). Las entradas están a la venta a través del sistema Passline.
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