María José Weigel, más conocida musicalmente como Marijo Weigel, toda su vida ha tenido presente el arte. Pese a que se le reconoce por diversos papeles en donde destaca su protagonismo en la teleserie “Hijos del Desierto”, ha sido la música la que la ha acompañado desde pequeña.
Con un padre músico y bailarín, Marijo desde siempre estuvo en coros y actividades ligadas al canto, aún así nunca se había atrevido a explorar una faceta aún más profunda en ese mundo: la composición. Sin embargo, con la llegada de la pandemia, cuando ya no habían más proyectos como actriz y todo el mundo parecía haber parado, entre las paredes de su habitación sintió la necesidad de crear cosas y ahí estuvo su guitarra para saciar aquello.
A eso también le acompañó la curiosidad de conocer a más artistas lo que la llevó a “brotar” musicalmente y a desarrollar finalmente lo que anhelaba ser, pero que estaba algo secreto.
Es así como luego de presentar su sencillo “D’encre et de papier”, Marijo Weigel vuelve a aparecer en la escena nacional con “Desierto Florido”, un single que invita a viajar en el sentido literal de la palabra y en el más introspectivo de “renacer” y en LaRata.cl conversamos en exclusiva con ella.
¿Cómo se congenia el teatro y la música?
Por separado hasta ahora, pero sí, me encantaría en algún momento lograr juntar a las dos. Soy como súper fan de lo de los musicales de hecho y cuando estuve viviendo en Madrid formé parte de un musical que se llamaba Rent y ahí hacíamos ambos, pero ojalá en algún momento poder juntar a los dos.
Ahora en cuanto a Desierto Florido ¿Cómo nace?
Esta canción, que también nació durante la pandemia, yo creo que hace un poquito eco a una experiencia que tuve que fue justamente cuando empecé a viajar sola teniendo 25 años. Después de mis estudios de derecho yo tuve una especie de crisis existencial y dije “ya, voy a viajar sola y voy a volver a Chile para reconectarme con mis raíces, volver a encontrarme y así saber qué es lo que voy a hacer con mi vida”. Y en el transcurso de ese viaje me reencontré también con mi familia, con mis raíces y también volví a lo que me apasionaba que es el teatro.
Entonces de eso trata un poquito “Desierto Florido”, como de esa metáfora de volver a renacer, que creo que fue lo que me pasó a mí cuando estaba en esta especie de vacío existencial al no saber qué hacer con la vida.
La canción si bien está escrita y compuesta por ti, también hay un trabajo visual muy delicado que se puede ver reflejado en el vídeo ¿Qué nos puedes contar sobre el proceso creativo?
Este videoclip en particular fue un poquito difícil de grabar porque tenía muchos planos distintos y se grabó en un solo día. Empezamos la jornada a las cinco de la mañana y lo terminamos hasta que se fue el sol porque el último plano es donde está atardeciendo.
Éramos unas 12 personas en el equipo y siempre para mí estuvo esa idea un poco conceptual de no necesariamente hacer un videoclip muy narrativo como quizás lo fue un poco más en “En Futuro y en Presente”, sino que más de mostrar ciertas imágenes y después que el espectador a través de su imaginación pudiese viajar en cuanto a la aridez de lo que puede ser el desierto, los colores que finalmente representan las flores y el reflorecer que no se ve, no hay ninguna flor como visualmente en el videoclip, pero sí, uno lo entiende.
¿Qué inspiraciones o influencias podemos ver reflejadas en ti como artista?
En cuanto a artistas a mí me encanta Yael Naïm que es una artista franco-israelí, en latinoamérica Mercedes Sosa, eso es un poquito en cuanto a las inspiraciones musicales, pero creo que también está en la vida de todos los días, ¿no?
Siento que eso siempre es variable, la inspiración a veces se busca, a veces llega sola, estando conectada con una misma, con el otro y el entorno… Y tanto para mi trabajo como actriz como en la música, es importante siempre nutrirse, observar y consumir arte en todas sus formas.
Pese a que te mueves en el pop, entre tu single anterior que es “D’encre et de papier” y “Desierto Florido” encontramos diferencias y en este último notamos presencia de sonidos derivados a la música andina, el charango y percusión de esta zona. ¿Qué te hizo inclinarte por este color sonoro?
Así como la canción habla de volver un poquito a las raíces para reencontrarte me parecía súper importante que sonoramente se ilustrará también ese mensaje y quería rendir homenaje a mi chilenidad mostrando este folclor, estos sonidos que son el charango, la guitarra, entonces tiene como un un aspecto bien arraigado.
¿Ese sonido que nombras es algún sello propio que vas a llevar a lo largo de toda tu carrera? ¿O es algo con lo que estás experimentando ahora ya que estás comenzando?
Yo creo que para “Desierto Florido” era necesaria esta sonoridad. Ahora, las canciones que yo estoy preparando siempre tienen elementos orgánicos bien presentes, pero ahora estoy trabajando mucho más con el piano, por ejemplo, en las canciones que van a salir pronto.
Creo que todavía estoy en una especie de búsqueda, pero la intimidad para mí siempre está presente.
Hablando ya sobre proyecciones ¿Las técnicas rítmicas y líricas que demuestras en esta canción es un claro ejemplo de lo que se verá en todo tu EP o solo una pista de lo que vas a presentar a tu audiencia?
No, es solo un guiño. Creo que el EP tiene varias pinceladas, como que siempre estoy en esa búsqueda identitaria como chilena-francesa. Entonces como que es un movimiento que va entre las dos.
¿Qué más nos podría adelantar en cuanto a este debut?
No sé, puedo adelantar que la próxima canción será en francés.
Si tuvieras la oportunidad de colaborar con algún artista chileno ¿Con quién sería?
Es algo que aún no se ha dado, siento que estoy aún dando a conocer mi proyecto como solista, pero últimamente he estado escuchando a varias mujeres del mundo independiente chileno, y realmente hay muchas propuestas super interesantes y con mucho talento. Como Adri Stuven, Yorka, Casandra Paz, Olivia García…
Finalmente ¿Cómo le presentarías “Desierto Florido” una persona que nunca la ha escuchado?
“Desierto Florido” es una canción que rinde un poquito homenaje a mis raíces chilenas que tengo, para así hablar de un reflorecer.