Luis Alejandro Pérez, director de “Piola”: “Es un retrato de los últimos días de juventud”

El 2020 contra todo pronóstico y haciendo frente a la pandemia, ha sido un año singular para el cine nacional. Destacan títulos como Tengo miedo torero, Pacto de fuga, Agente Topo, y El Príncipe; cuyos estrenos en los últimos meses han despertado el interés tanto de la prensa como del público. A la lista debe sumarse Piola, programada para estrenarse en Chile el 21 de noviembre vía streaming, luego de un exitoso recorrido por festivales en Guadalajara -donde recibió 6 premios- y Málaga, donde fue una de las únicas tres obras sudaméricanas en competencia por el Biznaga de Oro.

Dirigida y escrita por Luis Alejandro Pérez, en su debut en largometrajes; Piola es un retrato fiel, de una honestidad tan feroz como encantadora, acerca de los últimos días de juventud.

Max Salgado, Ignacia Uribe y René Miranda

En 99 minutos, el espectador sigue muy de cerca las historias de Martín y Charly (interpretados por Max Salgado y René Miranda, respectivamente), dos amigos que sueñan con dedicarse de lleno a su pasión: el rap. Mientras que de forma paralela está Sol (Ignacia Uribe), otra adolescente que ve su vida dar un vuelco con la desaparición de su perra.

El rap y lo urbano está en el ADN de Piola, tanto en la música como en su estética. Sin embargo, su director descarta encasillarla como una película de rap“Es una película acerca de ser adolescente, de madurar en este Chile tan extraño y ahora en un momento de cambio. Pero esto refleja un poco ese Chile que era un poco mezquino, donde no había tantas oportunidades, el Chile que esperamos que esté cambiando”, explica Pérez. 

Lo cierto es que el rap es tan importante y trascendental en el filme como lo es Quilicura, el espacio en el que se desarrollan las historias; pues el sentido de cercanía e intimidad que distingue a Piola, tiene mucho que ver con su retrato de la clase media periférica, y su adolescencia suburbana.

Piola

En sí, son tantos los elementos que podrían explicar el porqué del éxito de la película, tanto en su recibimiento crítico como en su llegada con el público; desde el estilo narrativo, su ritmo, historia e interpretaciones. Sin embargo, no hay nadie más óptimo para darnos su propia lectura que el mismo padre creador de la obra; Luis Alejandro Pérez.

Sobre su estreno masivo en Chile, construcción de la historia y adversidades en la realización de Piola, conversamos con el director.

Por fin llega a Chile esta película que igual tuvo su recorrido exitoso por festivales ¿Cómo es para ti esta llegada al país de origen? ¿Hay nervios, ansiedad, expectación?

Yo creo que hay expectación, hay nervios. Lo mostramos ya en SANFIC, donde hubo seiscientos tickets gratuitos y tuvimos harto feedback de la gente; en general les gustó mucho la peli, engancharon con la peli, se sintieron muy identificados. Así que ahora esperamos conectar más masivamente con la gente, que la puedan ver mucho más personas y que se salga de ahí la conversación.

Max Salgado interpreta a Martín

Imagino no estaba previsto este estreno digital en los planes al comienzo de la película, ¿Cómo recibes tú esto? ¿Te agrada la idea? ¿Cómo vives tú como director, como padre de esta obra, la nueva normalidad?

Mira, al principio fue frustrante igual porque nosotros trabajamos en la construcción de imagen, de sonido pensando en la sala de cine, en la mezcla de sala de cine, en la cinco punto uno, en tener una buena imagen y, de pronto, se va todo a digital y obviamente todo más comprimido, se pierde esa magia del rito de la sala de cine. Nosotros mismos no pudimos viajar a Málaga y se mostró en el cine, no la pudimos ver en la pantalla grande. Entonces, claro, hay una cierta frustración pero, por otro lado, el online tiene la capacidad de instalarse en los hogares y que puedan verla mucho más personas, familias completas, grupos de amigos; cosa que también es más difícil si hubiera estado en sala. Pero, claro, sobre todo al principio, y yo creo que ahora está más incorporado porque los festivales estaban todos siendo online, no hay muchas opciones de volver al cine por ahora, y es lo que nos tocó y nada… estamos ahí adaptándonos.

¿Y hubo planes en algún momento de decir “ya, esperemos a que se pueda” o “dejémosla guardada, esperamos que se abran los cines” o no fue opción?

No. Ya estábamos en festivales y estábamos saliendo, entonces queríamos ya mostrar en Chile y salir acá también. Yo creo que no es muy sano tener la película ahí guardada, congelada, porque aparte nadie sabe cuándo se va a terminar todo esto. Europa está retrocediendo, probablemente a nosotros también nos pase, entonces preferimos salir y adaptarnos a estas nuevas condiciones.

Piola

Cuando uno ve la película está todo el tiempo presente esa sensación de cercanía e intimidad con los personajes. Da la impresión de que es algo muy tuyo. Para ti en lo personal, como Luis antes que como director, ¿esta película, “Piola”, qué significa?

Está llena del mundo que yo conozco, claro, tiene esta visión quizá menos prejuiciosa de la periferia urbana de Santiago, para mí era importante retratar la clase media. Siempre se habla que también el cine no era muy representativo hasta hace poco, empezando a salir películas como Volantín Cortao o Mala Junta. Antes, en general, eran retratos que eran súper… no eran como relatos propios, eran generalmente un turismo de la pobreza, sentí que no eran auténticos. Para mí lo que buscaba en la película era hacer un retrato bien auténtico de este mundo, de estos personajes, de estar donde se movían, cómo son sus relaciones, cómo son sus relaciones familiares, a dónde van esos personajes. Y Piola creo que es un retrato de ese mundo y también de un momento.

¿De qué momento?

Días en los que casi nos enfrentamos al mundo real para convertirnos en adultos, los últimos días de nuestra juventud, por decirlo de alguna forma, y quería tomarle foto a ese momento para tenerlo ahí. Esos últimos días de libertad absoluta donde solamente el tiempo transcurría entre hacer música con tus amigos sin mayores preocupaciones, al tener que hacer algo, dejar de estudiar y tener que entrar a trabajar o qué se yo, enfrentarte a las responsabilidad, cuando empiezas a convertirte de a poco en adulto.

René Miranda, Steevens Benjamín, Max Salgado y Andrés Rebolledo

Eso ya es personalmente como Luis, pero como director ¿Cuál fue la idea, el punto base en que dijiste “ya, esto es una película, aquí la tengo, aquí la armo”?

Yo creo que fueron varias cosas, yo hacía mucho videoclips igual, todavía hago, de rapero, y siempre que los hacía decía “acá pueden pasar cosas muy interesantes o graciosas” y “si esto lo viera en una película sería muy bueno”. Entonces, me empezó a pasar mucho y, de pronto, no sé, la canción que abre la película creo que fue la base también de ese guion, de decir “esta letra que escribí hace 10 años atrás aún está vigente y habla de un mundo que es súper desconocido pero que es fácilmente reconocible”. Hay gente que me ha dicho que podía haber ocurrido en Maipú, en La Florida, en distintos lugares de Santiago o de Chile, porque los personajes son… se repiten este tipo de personajes, que son los jóvenes que hemos sido todos en algún momento, unos más osados que otros, unos más callados que otros, pero todos hemos sido ese tipo de jóvenes. Pero, claro, esa fue la piedra angular también. Por otro lado, el sentir que personajes que hablan poco, cuando se ponen a rimar tienen toda una visión crítica y poética del mundo, también me agradó mucho, que cuando se ponían frente a un micrófono soltaban estas rimas y eso lo encontraba genial.

Es una película que puede empatizar, que puede abrir discusiones y espacios. Pero sobre todo dar a conocer un cine que representa a personajes que no han tenido pantalla.

Y, bueno, comentamos esto de la cercanía, de la intimidad del trato de Piola, pero a nivel más particular, más característico, ¿cuál crees tú que es el sello de Piola? ¿Qué la hace especial y la distingue?

Para mí son varias cosas. Si me preguntas, yo creo que la cinematografía que tiene Piola, los elementos cinematográficos desde el guion, desde tener una estructura de orden no cronológico al tipo de encuadre, a los tiempos narrativos de la película, creo que es distinta, creo que se diferencia un poco de lo que es el cine nacional en general. Tiene muchas referencias a películas que no tienen nada que ver con el cine adolescente, como el cine de Jarmusch o referencias a Herzog, y creo que eso ya, de partida, la hace distinta. Ahora ya en cuanto a la visión particular, creo que no es una película de grandes dramas, de grandes tragedias, de grandes hechos, sino todo lo contrario, es del día a día, y creo que la mirada está puesta ahí, ese es el detalle de Piola. Es un poco el transcurrir de los días y la belleza que se esconde como en estos detalles de la vida cotidiana.

Ignacia Uribe interpreta a Sol

Estoy de acuerdo. Te cuento que cuando vi la película, viernes en la noche, yo estaba muerto, cansadísimo. Llegué, me acosté, encendí el computador, y realmente la narrativa del comienzo fue distinta y me instaló en la historia. Eso, la narrativa, el ritmo de los capítulos, estas historias que corren tan paralelas al principio y al final van coincidiendo, encontrando caminos. Sin duda, para que eso funcione y se haga real, las interpretaciones son fundamentales ¿Cómo fue para ti el trabajo de elegir a los actores ideales para los personajes?

Fue difícil, sobre todo porque necesitábamos que fueran rostros nóveles, que no tuvieran mucho carrete antes, que no fueran reconocidos de teleseries o películas, y los fuimos a buscar a la escuela de teatro. Los hice rapear y algunos sabían rapear, a algunos les gustaban algunas canciones de rap, muchos otros no tenían idea. Y, bueno, Max fue uno que rapeó una canción de un rapero español que se llama Kase.O,  y ahí conectamos rápidamente. Y la Nacha, por otro lado, la Ignacia Uribe, yo no le pedía rapear a las actrices y ella me pidió rapear una canción de ella y fue una conexión ahí súper potente. De René, que fue más un lujo, a mí me gustaba mucho de Volantín Cortao’, lo contacté por esa película y nada. En Volantín Cortao hace un papel muy parecido a él, en Piola tuvo que armar un personaje que también se ha parecido mucho a lo que ha ido pasando René, pero le exigía más detalles y armar una estructura a la que quizá no estaba tan acostumbrado, pero lo hizo súper bien también. René iba a ser un personaje secundario en la película, iba a ser uno de los personajes que aparece al final en la línea del tren, y al conocerlo y conversar con él, nada, era Charly, él tenía que ser Charly, así que ahí pasó a ser uno de los protagonistas.

¿Cómo es para ti el trabajo con el actor, que interpreten lo que tú escribiste, que sean fieles a lo que tú tenías en mente?

Los chiquillos lograron armar personajes bastante propios, le dieron bastante profundidad, o sea, ellos ponen a disposición sus rostros sus gestos. Yo les daba bastante libertad en escena a que probaran cosas, movimientos, miradas, silencios, pero fueron súper apegados al guión. Igual en la película hay cero improvisación, casi todo está en el guion, desde las discusiones hasta diálogos que me han dicho como “eso lo inventó ahí”. Cuando la gente cree que es improvisado, nada, tú ahí te das cuenta que funcionó ese trabajo como palabra a palabra, gesto a gesto, y, nada, sequísimos los chiquillos.

Max Salgado, René Miranda e Ignacia Uribe

Por otra parte quería destacar que dio la impresión de que está tan bien actuado que no parece actuación, que es como un documental casi, como ver jóvenes vivir su día a día, sus luchas, sus búsquedas, sus anhelos; es algo muy real, muy íntimo, muy secreto, casi. Hablando de los protagonistas ¿qué significan cada uno de los personajes? ¿Qué representa cada uno?

No lo sé, no sé si busqué como que representaran algo, yo creo que responden como a búsquedas personales, quizá leyendo las películas como de varias formas, quizá estos tres personajes representan tres tipos de clase media; tal vez una un poco más acomodada, una más baja, pero son distintos tipos de clase media te diría ¿Qué representan? Yo creo que representan personajes que tienen mucho talento, pero pocas posibilidades de dedicase realmente a lo que les gusta que es la música, entonces hay una cierta ingenuidad en ellos. Representa también la falta de oportunidades, la falta de espacios para los jóvenes en lugares como la periferia urbana en ciudades industriales sobre todo, como Quilicura donde la mayoría de la gente vive en esas ciudades y trabaja en esas fábricas y los hijos están de alguna forma destinados a trabajar también en esas fábricas. Ellos rompen con esa lógica. Por otro lado representa ese espíritu como más impulsivo, ellos tienen como unas pulsiones súper fuertes, súper marcadas y van en búsqueda de lo que ellos creen que es justo, van haciendo justicia a su manera. Creo que va por ahí, nunca me habían detenido a pensar en qué representaban los personajes, pero creo que va por ahí.

Esta es tu ópera prima, o sea, tú tienes una trayectoria trabajando en lo audiovisual, pero esta es tu primera película como tal ¿Cómo es pararte como cabecilla de un proyecto tan grande, como el líder, director, guionista? ¿Cómo fue el proceso en cuanto a tiempo, financiamiento, casting, producción?

La película fue hecha en cine audiovisual y sin CORFO, no hay ningún peso del Estado en la película, lo cual la hace de partida algo como bien improbable, imposible, porque hacer una película cada vez, te puede decir alguien, que cuesta menos porque hay películas que están hechas con teléfonos, puedes tomar una cámara y hacer una película. Pero hacerla con ópticas de cine, con lentes de cine, en un lenguaje cinematográfico ¿Cómo lo logré? Yo creo que gracias las productoras sobre todo Cecilia Otero, Sylvana Squiciarini, que fueron las productoras que nunca flaquearon. Hubo varios momentos en que nos faltaban lucas, fue un proyecto que se aplazó, yo creo que estuvimos dos años levantando el presupuesto, golpeando puertas, armando el casting, trabajábamos en un plan de rodaje, pero siempre estábamos como a contra reloj con el levantamiento de dinero, sobre todo porque no teníamos una película para atrás de respaldo. Pero creo que ahí con las productoras logramos hacer una súper buena alianza, en momentos de flaqueza ellas fueron las que dijeron “la película la vamos a hacer y las vamos a hacer igual”, yo creo que esa misma fuerza se transmitió hacia afuera.

El núcleo de la película estaba tan afianzado que fuimos superando cada obstáculo, y logramos hacer la película que queríamos.

Una película chilena de esta envergadura, sin apoyo del Estado, parece una utopía…

Hacer una película sin dinero claramente te trae miles de problemas porque las locaciones no las arriendas, te las consigues, cada detalle de la película está como gestionado o conseguido, cuando lo normal es que tú llega o lo compras o los arriendas. Nada, el equipo técnico todos tuvieron sus sueldos pero no eran sueldos de industria, probablemente fueron la mitad de lo que realmente deberían haber sido ¿Cómo conseguimos eso? Creyendo en la película, que los chiquillos creyeron en película y, claro, eso te traía problemas porque no podías grabar tantos días, esa era una película que debía ser grabada en dos meses por lo menos, la grabamos en menos de un mes entonces todas las cosas fueron mucho más complicadas, pero por lo mismo teníamos menos espacio para fallar. Nosotros no podríamos fallar en la grabación, ni un día que nos quedara mal filmado, no teníamos derecho a fallar, que es algo que sí te da cuando tienes cierta holgura con los fondos. Entonces, creo que por lo mismo, cuando tienes esas condiciones estás obligado a hacer lo mejor posible todo el tiempo, y creo que eso se nota en la película que hicimos porque no teníamos oportunidad de fallo.

Me imagino para ti la presión al momento de trabajar

Sí, fue súper estresante de hecho. Pero como te decía, el núcleo de la película estaba tan afianzado que fuimos superando cada obstáculo y logramos hacer la película que queríamos.

Piola

¿Y antes de Piola tú habías pensado en alguna otra idea como para alguna película? ¿Tenías claro “esto quiero para mi película”, “quiero que sean estos temas”?

Sí. En verdad, yo tengo hartos guiones, creo que tengo claro cuáles van a ser las siguientes películas que vamos a hacer, al menos las dos siguientes, pero yo creo al final vas decidiendo. Pienso que la primera película tiene algo especial. Probablemente películas que ganan el fondo, no sé si voy a despotricar contra ellas, pero cuando el dinero no es tuyo o tú no tienes que devolverlo, probablemente no hay tanta urgencia de llevar gente al cine, de que a la gente le guste tu película, de que haya conexión, generalmente esas películas van a festivales y quedan ahí, no hay una gran conexión. Pero hacer una película donde tú sabes lo que vale cada cosa, yo creo que lo hace más complejo y, nada, yo creo que para hacer tu primera película tienes que creer en tu guion, creer en tus actores, creer en tu gente. Yo no he visto una película sobre raperos en el cine latinoamericano nunca, siempre películas gringas y que hablan otros temas totalmente distintos porque el rap norteamericano si bien tiene cosas en común, hay cosas muy distintas: siempre una historia de éxito hacia la fama, salir del gueto para tener la mansión y entre medio prostitución, drogadicción, gánster; siempre tienen esos ingredientes. Entonces para mí no era muy representativo de la realidad latinoamericana, yo creo que tú vas viendo cosas y dices “este es el primer puntapié”.

Quiero dejar claro que no es una película solo para raperos o para gente del mundo del Hip Hop. Yo creo que la puede disfrutar cualquier persona sea cual sea su interés, y la puede disfrutar tanto un adulto como un joven.

La historia, y la película en general, tiene mucho de ti también…

Claro. Yo por otro lado creo que cierro esa etapa adolescente que también tuve, mientras vivía esos momentos yo decía: “Acá hay algo, hay una historia”, hay cosas que están pasando que te abren ciertas puertas, ciertas reflexiones porque aquí claramente estas eran inquietudes que tenía mucho más fuertes hace 10 años atrás. Tal vez ahora estoy pasando por otras inquietudes artísticas, estoy haciendo otras cosas, pero para mí era necesario congelar y rescatar este momento, hacer un retrato de esta adolescencia que para mí es bastante única. La adolescencia chilena, quiero dejar también claro eso, no es una película solo para raperos o para gente del mundo del Hip Hop. Yo creo que la puede disfrutar cualquier persona sea cual sea su interés, y la puede disfrutar tanto un adulto como un joven. Claro, probablemente un joven va a encontrar muchas más lecturas, muchas más cosas con las que se sienta representado, pero también un adulto puede encontrarse ahí, y ha pasado, ha habido lecturas súper bonitas de eso.

René Miranda interpreta a Charly

Imagino que todo este anhelo, este sueño por la música, se contrasta con la realidad de ser adulto, de las responsabilidades que están a la vuelta de la esquina. yo creo a muchos nos puede tocar el tema de los sueños adolescentes, de luchar por lo que uno quiere y al final encontrarse con que el mundo real depara otros planes. Eso igual es una lectura muy, no sé si triste, pero especial, que llega, que cala hondo.

Tiene cierta melancolía, yo digo que no es una película… de hecho, yo creo que la película termina bien arriba, no te va a dejar achacado, no es un dramón, pero hay una cierta melancolía en esa mirada porque ciertamente los sueños son difíciles. Es decir, yo te digo que nosotros mismos, el equipo que hizo la película, no nos dedicamos a hacer cine, nos ganamos la vida todos trabajando en diferentes cosas, ocupando las cámaras, pero hacer cine para nosotros es parecido a los cabros. Yo hice la película en mis vacaciones, me pedí días libres. Para los ensayos y la pre-producción, yo iba a trabajar y cuando salía del trabajo me iba a reunir con los actores, ensayábamos, trabajábamos en el plan de producción. Entonces también se parece un poco a eso, el sueño de nosotros es ojalá dedicarnos a hacer películas y apuntamos hacia alá, pero no somos ingenuos, queremos hacer cine y no queremos defender del fondo porque si dependiéramos del fondo, que se lo dan a 1 o 2 películas al año es una locura, pueden pasar muchos años con tu película guardada en un cajón. Entonces decidimos salir y hacer cine con las formas y las herramientas que tenemos a nuestro alcance.

Yo hice la película en mis vacaciones, me pedí días libres. Para los ensayos y la pre-producción, yo iba a trabajar y cuando salía del trabajo me iba a reunir con los actores.

El gran estreno se viene ahora para el 21 de noviembre; En este, un año particular para todo el cine en todo el mundo, pero acá igual ha tenido una buena racha el cine chileno, como con Tengo miedo torero, Pacto de fuga, El príncipe, que han gozado de reconocimiento, llega bien acomodada Piola ¿Tú qué esperas con esta llegada masiva al público chileno? ¿Cómo ves tú este escenario del éxito del cine nacional?

Yo lo veo bien. Veo que se están abriendo cada vez más puertas hacia nuevas narrativas, hacia películas más arriesgadas. El príncipe, por ejemplo, me parece una película súper arriesgada, distinta. Creo que es bueno que se estén dando estas ventanas a un cine distinto. Espero que alcancemos la mayor cantidad de público posible, yo creo que es una película que puede representar a mucha gente, estamos tratando de conectar con la masa, es una película que transita en esta vereda también. Siempre vi un cine chileno dividido entre cine comercial y cine artístico y yo creo que esa división continúa aún entre el cine artístico que va a festivales de cine, pero que luego llega acá y no lo ve nadie, y el cine que es comercial que no tiene nada de artístico y que lleva la masa al cine. Es como si fueran estos dos mundos y tú no pudieras hacer una película de autor que tenga vocación masiva. Crecimos viendo películas que eran comerciales, entonces esa diferenciación es muy rara. Las películas que uno va a ver al cine, las que te narraron en el cine, las que llegan al cable, las que arrendabas, las que comprabas, son películas que tuvieron distribución, entonces es muy raro como que las películas queden encerradas. Esperamos que la vea mucha gente y que ojalá logre llegar a la mayor cantidad de personas posible porque creemos que es una película que puede empatizar, que puede abrir discusiones, espacios sobre todo a conocer un cine que representa a personajes que no han tenido pantalla, eso te diría sobre todo. La clase media siempre tuvo una representación muy rara, muy impersonal, impropia, siempre eran producciones muy ABC1 bajando hacia barrios marginales pensando que esa era la marginalidad musicalizándola de una manera, haciendo una especie de turismo de la pobreza y te diría que eso se hizo en Chile durante los últimos 20 años. Creo que es necesario que haya una representación de cómo es realmente la realidad en la periferia urbana de Santiago, y te diría de Chile, en los márgenes de las ciudades de Chile.

Piola

La clase media siempre tuvo una representación muy rara, (…) Siempre eran producciones muy ABC1 bajando hacia barrios marginales pensando que esa era la marginalidad musicalizándola de una manera, haciendo una especie de turismo de la pobreza y te diría que eso se hizo en Chile durante los últimos 20 años.

Y bueno, tú comentabas respecto a estos guiones que tienes tú ¿Después de Piola qué viene? ¿Cuál es el siguiente paso? ¿Qué tienes en mente, qué es lo que te inquieta?

No sé si te puedo dar tanto detalle de lo que se viene, pero hay algunas historias que estaban antes de Piola de hecho, y fueron tomando forma. Hay un proyecto de documental que es un poco más experimental, que tal vez logramos intermedio de estas producciones que son un  poco más grandes, hay otra película más en la línea… bueno, nos preguntaban hace un rato si íbamos a seguir haciendo películas sobre raperos y cosas así, para mí ese es un tema que está ahí, me encanta el rap, sigo escuchando, pero el retrato sobre raperos creo que ya está cerrado, las siguientes búsquedas van por otros lados y yo creo que vamos a seguir pensando en que hemos rotos varias barreras. Siento que si logramos hacer esto con una película autoral, tal vez podamos conectar con la masa de la misma forma, así que hay dos proyectos de ficción y un documental, eso te puedo adelantar. Con el mismo grupo de las personas que hicimos Piola estamos pensando en hacerlo así.

Siempre vi un cine chileno dividido entre el cine comercial y el cine artístico, y yo creo que esa división continúa aún entre el cine nacional que va a festivales al mundo, pero que luego llega acá y no lo ve nadie, y el cine comercial que no tiene nada de artístico y lleva la masa al cine. Es como si fueran estos dos mundos y tú no pudieras hacer una película de autor que tenga vocación masiva.

A todos los que nos gustó Piola esperamos que siga este equipo creativo trabajando para más. Igual es interesante esto que me estabas diciendo del cine chileno, que se divide entre lo comercial y entre lo “cine más arte” o cultural, y claro; uno creció con ese tipo de división, con Kramer por un lado y con ciertas películas de fondos, de festivales etiquetadas como “fomes” por la masa. “Que mucho silencio, que muy oscura, que de nuevo la dictadura” y todos los clichés del cine chileno. Yo creo que Piola rompe muy bien eso, es una película que no es comercial tipo Badilla, pero no es una película mal llamada “fome”, con pausas eternas, por ejemplo…

Eso siempre nos pareció tan raro, el silencio en la película de cine chileno, tan innecesario. Siempre que veíamos películas nos mandábamos: “Mira esta escena, en un auto todos callados, nadie habla”, yo decía: “Aunque nadie esté enojado, hay un rollo, un murmurar”, es muy raro, es como nuestra sensación, nuestra lectura es como si no supieran dirigir a los actores, como que “no sabemos, entonces, silencio, el silencio es la solución más rápida”. Que es raro, no digo que en la vida no haya silencio, pero en  las películas no puede ser todos los momentos en silencio, cómo van a ser todos los diálogos tipo: “Cómo estás” – silencio- “bien” -silencio-. Es muy raro. Sí, nos choca eso.

Muy fingido también, nadie se queda callado con un “bien” diez segundos, como pausa, muy poco real. No quiero ser un crítico negativo, pero…

Uno elige los momentos también cuando al narrar. Entonces es raro que elijas los momentos justo cuando no pasa nada. De hecho, hay películas donde no pasa nada y son geniales, el tema es ese, que no pasa nada y están pasando muchas cosas subterráneas. Pero estamos hablando cuando eso no funciona que es en general, que es rarísimo. Y por otro lado, es como si los personajes no hablaran en chileno, yo no sé de dónde son, es raro identificarlos, posicionarlos, no hay un acento y no me refiero al garabato, pero el idioma, el chileno, el slang chileno es raro.

Piola

No es una película acerca del rap. Es una película acerca de ser adolescente, de madurar en este Chile tan extraño y ahora en un momento de cambio.

¿Cómo invitas a la gente del público masivo, en general, a ver la película? Un llamado para que vayan, compren la entrada y la vean.

Invito a toda la gente este 21 de noviembre a ver Piola a través de Puntoticket.com/piola, pueden comprar las entradas de pre-venta anticipadas. Ese día va a haber un show con Rick Santino, NFX, que son parte del soundtrack de la película, va a estar también DJ Atenea, va a haber un conversatorio con el elenco, va a estar bien entretenido, va a ser un show en sí mismo y lo ideal es que estemos ahí compartiendo con la gente. Además, quiero invitar a la gente que no tiene nada que ver con el rap porque es una película que también los puede enganchar, no es una película hecha para raperos, no es una película musical, tiene mucha música pero no es una película acerca del rap. Es una película acerca de ser adolescente, de madurar en este Chile tan extraño y ahora en un momento de cambio. Pero esto refleja un poco ese Chile que era un poco mezquino, donde no había tantas oportunidades, el Chile que esperamos que esté cambiando. Así que invitarlos, yo creo que se van a encontrar… invitar a los cinéfilos sobre todo, a la gente que ama el cine, es una película que tiene mucha referencia, son bien escondidas pero creo que pueden captar alguna, tiene mucho lenguaje cinematográfico, está súper cuidado desde la cámara, desde el sonido y desde las actuaciones, así que creo que les puede gustar mucho y se pueden emocionar.

Piola

Preventa de entradas para ver el pre-estreno online de PIOLA el sábado 21 de noviembre.
20:30 hrs. Pre-Show con las presentaciones de NFX, Seo2, Rick Santino y Joker, entre otros.
21:15 hrs. Exhibición virtual de PIOLA

Conversatorio con los actores y sorpresas para el público, además se presentará en un Live Set con Dj Atenea.
La preventa tiene un valor de $3.800 (hasta agotar stock)
Entrada General: $5.000.
Entradas a la venta por www.puntoticket.cl/piola


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