Gepe: “La confianza entre nosotros mismos nos va a salvar”

A casi dos años de su último disco “Folclor Imaginario”, y a uno del estreno del primer sencillo que adelanta su próximo trabajo discográfico, Gepe sigue trabajando y lanzando nuevo material, como su más reciente lanzamiento, “Confía”, en colaboración con Vicentico.

Media docena de singles que no solo incluyen colaboraciones, como la ya mencionada con el músico argentino, Natalia Lafourcade y Princesa Alba, sino enmarcarse en un contexto marcado por una falta de confianza y credibilidad que estalló en la sociedad chilena, y una pandemia que mantiene a las personas prisioneras de la incertidumbre.

Un encierro que ha mantenido a Gepe sano y ocupado: “la situación es compleja y he estado a resguardo. Lo importante es que todos mis cercanos se encuentran sanos y la pega de músico se ha ido clarificando sobre cómo hacer conciertos, la promoción de material, etc”.

En un Santiago vacío, contrastado por las multitudes que vociferaban cambios y rayaban por las calles consignas e inspiraciones como “tu pena es mi pena” durante meses, el nuevo single del cantautor trae una nueva variedad de ritmos y colores.

¿Cómo surge esta colaboración con Vicentico para este nuevo single?

En abril pasado estaba grabando en Buenos Aires con Cachorro López y le comentaba lo mucho que me gustaba el disco Fabulosos Calavera de los Cadillacs. Es súper pop, tiene una mezcolanza especial de hardcore y salsa, pero con los temas “Calaveras y diablitos” y “Hoy lloré Canción” me mataron, por lo vacío y lo rítmico que tienen.

Él se contactó con Vicentico para participar en la canción, la escuchó, le pareció bien y aceptó para ser parte de la grabación. Es un artista mítico que ya viene de vuelta, y que haga una canción conmigo no deja de ser especial e inolvidable.

¿La banda de calaveras que aparece en el video es una referencia a Fabulosos Calavera?

La verdad no fue con esa intención, lo voy a decir para las próximas entrevistas (risas).

Yo le di a Esteban Bustos (director), quien inventó todo, unas ideas de estos personajes de este Santiago vacío, que sean los espíritus de las personas que estuvieron ahí. Lo de la banda de Calaveras creo que tiene relación con Coco (película), ya que Esteban ideó todo y nos iba presentando los personajes. Estos tienen un aire muy latinoamericano, en los colores, indumentarias y en otros no. Hay una familia como de monitos negros que están inspirados en los barbabpapa.

Todo es bien intuitivo y libre, no hay una referencia clara o puntual, y por eso con Vicentico aparecemos con máscaras. Estamos digitalizados y en un mundo en transmutación.

A pesar de ser grabada antes del estallido, ya había cierta sensación de desconfianza en la población. ¿Te inspiraste en eso para esta nueva canción?

Fue una cuestión más interna, pero lo interno está muy conectado con lo de afuera. Comenzó un tejido comunitario, empezamos a vernos un poco más las caras. Hubo un despertar social que no tiene que ver con salir a la calle, sino con nosotros mismos. Y para eso se necesita confianza, esta canción no se refiere a “Confía en mí ciegamente”, sino todo lo contrario, es “confía en mí cuando tú sepas quien soy, y eso yo te lo estoy ofreciendo”.

Tiene mucho que ver con la voluntad, con ser transparente, y generar una red social que reme a un mismo lado. Esa es la interpretación que hago ahora después de todo esto, pero antes todos teníamos cierta intuición, había algo en el aire, supongo.

Y en esta actual crisis de confianza (política, social e interpersonal) ¿Quién crees debe dar el primer paso para recuperarla?

Yo creo hoy en día en el autogobierno. Cuando hay un Presidente que pone a un ministro de Interior pinochetista es como una agresión. Otra más de las que ha tenido este gobierno con la gente. Lo único que me parece factible para no desesperar y romperlo todo, es el autogobierno para regenerar este tejido social, con las ollas comunes y este tipo de cosas que son un sentir necesario pero que tiene que ver con sentirnos uno más cerca del otro. Es la única confianza que nos va a salvar, entre nosotros mismos y luego eso genera confianza en los demás. Cuando tú sabes quien eres, tus intenciones son a y b, la cosa funciona mejor. Lo peor es cuando tienes a alguien que dice ser una cosa, y resulta ser otra.

Con las colaboraciones que has hecho, está eso de confiar entre pares.

Yo siempre he sido muy dado a las colaboraciones porque las considero necesarias, para abrir el punto de vista que uno tiene como solista. Más allá de la temática de las canciones, como a las sonoridades. Es bueno que se abra un cierto porcentaje de las fronteras para que choquen mundos distintos. Me pasó con la canción “Hambre”. Lo lindo es que va mucho más allá de lo musical, pero hasta el día de hoy, cinco años después, me preguntan ¿qué onda Wendy Sulca? Como que se abrió la cuestión, tiene un contexto distinto que enriquece lo musical.

Sucede algo similar con “Timidez” con Natalia Lafourcade, con Flor del Canelo” junto a Juanita Parra, o con Gianluca (“Amoríos Pasajeros” en Folclor Imaginario) donde fue muy arriesgado, ya que era una improvisación de folclor y él viene como artista urbano cantando encima con autotune, ese tipo de riesgos me encanta y a corto y largo plazo enriquece lo musical.

¿Ese enriquecimiento se ha podido plasmar en estos tiempos de encierro?

En este tiempo produje junto a Cristian Heyne el segundo disco de Claudia Mena, y estamos viendo la promoción, cómo saldrá este disco y he aprendido mucho de esto, y no creo que podría haberlo podido hecho sin la pandemia. Para no sucumbir ante la angustia e incertidumbre, mejor poner la cabeza en cosas.  Esto me ha ayudado y enriquecido la experiencia de saber cómo funciona todo el aparataje.

Como mencionas, el arte puede aparecer como un escape. ¿Qué opinas de la situación cultural en nuestro país?

Yo considero a Chile un país tercemundista no por una cuestión económica, eso me da lo mismo la verdad, sino por la cultura, eso no nos permite surgir como sociedad. O sea, eso por un lado, y lo que pasó en Curacautín, nos bajan el nivel y por eso que estamos donde estamos.

Todo el mundo se ha dado cuenta que la cultura es una manera de matar el tiempo, aprender cosas, de calmarse. Me ha pasado que me siento angustiado, escucho música y me siento un poquito mejor. Desde ese tipo de cosas uno se da cuenta de qué aspecto cubre el arte, puede ser una dimensión un poco más sutil pero no menos necesaria. La gente lo sabe y solo falta un reconocimiento oficial, pero qué se puede esperar de esta gente.

De nuevo, hay que confiar en nosotros mismos y este tipo de medios ha ayudado mucho. Lo mismo que los artistas, el público. La cultura es resistencia, para bien o para mal.

Tus últimos lanzamientos pueden relacionarse con estados emocionales que han estado presentes durante estos últimos meses. ¿Lo consideras una premonición o una dulce coincidencia?

Por lo general me encantan las dulces coincidencias, yo trabajo intuitivamente. Es una coincidencia pero hay algo debajo, una conexión como sucede en “Confía”. Es la necesidad de mirar al otro no como un extraño. Las canciones hablan de una intimidad que justamente es hablar con los de afuera. Cómo es la relación con ese otro (pareja, amigo o familia) y cómo puedo generar que esa relación sea lo más sana y bien intencionada posible.

“Tupenaesmipena” es un rayado que vi en la calle y me hizo mucho sentido porque era eso. Todo lo mal que uno pasa tiene que ver con la empatía que yo tengo. Y eso genere en mí, primero un apoyo y luego algo más proactivo, como salir a la calle y exigir alguna demanda.

Ahora hay una intimidad que tiene que ver con lo cotidiano, que no estábamos tan acostumbrados a mostrar porque antes nos editábamos mucho más. He tenido estas entrevistas virtuales y pasa el perro por detrás, o se cae algo, se apaga el micrófono. Eso te hace más vulnerable, más humano y real, que se puede aprovechar, pero al fin y al cabo ojalá esto pase pronto.

Todos queremos salir a trabajar tranquilo, ir a tomarse una chela a la esquina, ver a la familia, tocar en vivo, el mundo quiere roce, pero tranquilo, no subirse ahora en la micro apretado. La real intimidad es una dimensión nueva que se ha descubierto ahora, como andar con pijama abajo y formal arriba, son cosas divertidas y que todos reconocen.

¿Estar en TikTok tiene que ver con estas nuevas formas de comunicarse?

Estoy ahí pero a paso de tortuga. No me la puedo tanto. Yo en general quiero que las cosas sucedan orgnánicamente, quiero motivarme realmente con Tiktok porque (risas) realmente lo necesite y no por cumplir con un plan. Ahora justo me enteré que Instagram va a sacar su versión de tiktok. Se llama Reels, creo que aparece la próxima semana. Quizás el mundo va a cambiar digitalmente la próxima semana (risas).

Siempre estoy en esa búsqueda de hacer cosas nuevas, y sobre redes a mí me gusta Instagram, no sé por qué. Quizás porque es más multimedial e inmediato, y cada uno se amolda a lo que cada persona quiere hacer, no te obliga a bailar o ser chistoso. Puedes subir un poema, o una foto cuando chico, ahora han aparecido mucho de eso, es raro. Como que tiene eso, es más libre creo yo, es la impresión que me da.

Pero siempre he hecho eso, en la música lo mismo. No arrebatado, porque de verdad lo siento necesario, que por ejemplo en una canción siento que la voz necesaria es la de Wendy Sulca o Vicentico. Es todo orgánico y espero que sea así. No soy nada fan de las tendencias, para mí no es el norte, sino están ahí como un medio para llegar algún lugar, no son el contenido mismo.

Quedan algunas semanas para el décimo aniversario de Audiovisión, ¿estás preparando algo al respecto?

Estamos en eso. Antes que todo explotara, queríamos hacer un concierto por los 10 años, pero pasó lo que pasó. Algo vamos a hacer, es uno de mis discos favoritos, fue muy duro de hacer y claro que haremos algo en algunas semanas más. Hasta hace un mes teníamos la esperanza de tocarlo en vivo, pero eso ya no podrá y haremos otra cosita linda igual, en vez del concierto.

El tocar en un escenario sin público parece ser la modalidad adecuada yo creo. Guitarrear en el living de tu casa ya se agotó un poquito. Hay que hacer algo elaborado, más allá de la escenografía, un poco más de cinematografía, más cámaras y no solo la del celular.

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