Ela Rondó y Martín Berríos explican el detrás de escena de producir “Furia de crecer”

Con dos temas debut bajo el brazo y más ideas para el futuro, Ela Rondó ha podido construir sus inicios en la escena musical emergente chilena con total control de las cosas. La incesante búsqueda de sonoridades que se acerquen a lo que el proyectoes y será, ha sido uno de sus principales nortes de la artista. Y la búsqueda de un productor extra para su tercer sencillo, “Furia de crecer”, fue un exitoso hincapié para lograrlo.

“Más allá del ámbito musical, el rol de un productor es saber cómo llevar a cabo las cosas. Cómo tener un orden o una visión clara de cuáles son los elementos -herramientas, presupuesto, contacto de personas- que se necesitan para concretar un proyecto”, explica el cantautor, multi-instrumentalista y productor Martín Berríos cuando se le pregunta qué es la producción.

Sin embargo, cuando se trata de la producción musical, Berríos afirma que unas de sus beneficencias es que el productor o productora también puede agregar ideas estéticas como hacer arreglos o elegir un lenguaje verbal bajo el cual se va materializar la composición. “Lo importante es que la canción, dadas sus respectivas características, exista en la mejor versión que pueda existir”, sentencia.

“Me sentí súper privilegiada de estar trabajando con Martín y Mati porque vengo de un mundo súper académico donde conocía gente mucho mayor que yo. No conocía gente de la industria que tuviera una visión parecida como yo”, inicia Ela. Una de las cosas que más le gustó de su nuevo equipo de trabajo fue la libertad de probar cosas nuevas sin compromiso alguno para encontrar el sonido de la pieza musical. Y como los tres son músicos y hablan el mismo idioma, la comodidad se rebalsaba en el ambiente de trabajo.

“Fue muy bacán. Además, como Martín tiene un estilo súper definido al igual que Mati y yo, pudimos fusionarnos bien”, agrega.

Todo comenzó con un espontáneo momento

“Con Matías queríamos algo más para “Furia de crecer”. Había compuesto hace poco la canción y buscábamos nuevas ideas para abordarla con motivo de transmitir bien la esencia de esta”, cuenta Ela. Nunca pensaron que la solución sería la que terminó siendo, pero de eso se tratan las buenas coincidencias de la vida.

En medio de un paseo en un día cualquiera de 2019, ambos vieron a Martín, quien recientemente había publicado su canción “Año de cristal”, a lo lejos. Tanto Ela como Matías admiraban su trabajo por lo que decidieron acercarse a conversar. Lo que ellos no sabían, era que de aquella plática, brotaría un: “¿y si producimos?”.

“Furia de crecer” es una pieza musical cargada en sentimientos nostálgicos puesto que trata de la etapa de crecimiento y la desapercibida realización de que la relajada época joven ya fue y hay un nuevo horizonte que mirar. Es por eso que la cantante decidió que Martín era la mejor opción para producir su tema: “lo que él transmite en sus canciones es algo muy emocional y orgánico. Además, siempre se escucha muy espontáneo y hecho con la medida perfecta, entre limpio y un sucio muy cool. Además como Martín ya es artista me entiende a mí como una”.

Para saber más detalles de cómo fue el proceso creativo de “Furia de crecer” y algunos secretos que servirán para apreciarla en su totalidad, Ela Rondó y Martín Berríos conversaron con LaRata.cl para clarificar el detrás de escena de la pieza musical, desde su perspectiva música-productor.


Cuando las manos entran en la masa

“Ela tiene una voz muy única, reconocible y con un estilo muy definido. Cuando escuchas sus canciones notas que hay una consistencia en su trabajo, en ese sentido fue muy bacán que los chiquillos llegaran a mi con un proyecto súper armado visual y musicalmente porque se podía entender de forma muy clara a Ela Rondó como proyecto. Ya se cacha más o menos para dónde va, qué genero es y su imaginario visual, había dirección artística”, explica Martín al responder cuáles son los “pros” de trabajar con la joven artista al momento de comenzar el trabajo en equipo.

¿Cuál es el mejor punto inicial para comenzar a producir nuevo material?, ¿hay algún punto en especial para tener en cuenta?, Ela y Martín tienen sus puntos de vista y compartirán su experiencia en la construcción de “Furia de crecer”.

¿Cuál fue su metodología de trabajo cuando se juntaron por primera vez?

Martín (M): Por lo general cuando empiezo a trabajar con alguien en producción, nos dedicamos a enfocar las primeras sesiones en la idea que tengan los artistas para que a partir de eso se nos puedan ocurrir más.

En el caso de Ela, su canción es una canción en piano por lo que grabamos solamente eso, siempre me preocupo de que la idea principal esté lo mejor retratada posible. Para eso necesitamos una buena tocada de piano y una buena voz principal cosa que después podamos poner más atención a otros detalles, sin alterar tantos cambios en un futuro. La idea es que se respeten estructuralmente los elementos principales que componen la canción: la voz y el instrumento de rigor de la persona.

Ela (E): Sí, el primer día que produjimos grabamos pianos para sacar la esencia de la canción. Fue en el piano de la casa de Martín que está un poco desafinado entonces suena bacán, se acercaba mucho a lo que yo compuse desde un principio.

¿Cómo hicieron para musicalizar las sensaciones tan a flor de piel de la canción?

E: La canción está cargada en un sentimiento bien nostálgico y para transmitirlo había que musicalizarlo de esa forma, creo que se siente eso en la primera parte. El piano es bien profundo, siento yo, y una vez que está presenta aparece la voz diciéndote algo dentro de este íntimo ambiente.

M: Sí, la parte balada es muy expresiva y melancólica, con la producción lo llevamos a cabo con sonidos largos. Y esa fue la búsqueda, harto pad, sintes largos, guitarras y bajos lentos y puras cosas que se arrastren para acompañar el piano y la voz. La idea era no quitarle protagonismo a esas dos líneas importantes, entonces creamos este como “dron” muy lento de arreglos que luego se rompen cuando entra el beat. Es súper profundo, con sonidos como slow motion, como un trap en cámara lenta.

E: Claro, y con eso siento que todos estos arreglos ayudan a entender la canción, como si fuera algo sensorial o como si diera placer escucharlo, sobretodo con audífonos.. es algo dinámico.

¿Y cuáles fueron las herramientas que utilizaron para acoplar toda esta información de ideas?

M: Trabajamos con puros programas pirateados en mi casa, con una versión terrible de vieja de Pro Tools y usamos el piano de mi casa que lo usé también con mi disco “Cercano”. Creo que le da un toque muy bacán ya que es un tono más bajo entonces su singularidad es invaluable. Y si bien es bacán trabajar con samples, la experiencia siempre será mucho más orgánica cuando puedas grabar, lo que sea, en directo con un micrófono.

E: También usamos hartas guitarras y pedales. Hartas capas de guitarra eléctrica y algunos sintes del Ableton que venían con el programa.

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¿Hubo alguna referencia en especial presente durante la construcción del tema?

M: La idea principal era hacer un tipo de balada acústica. Recuerdo que teníamos como referencia “When the party is over”, una canción de Billie Eilish que comienza con piano igual.

Ela: Sí.. igual habían hartas referencias. Pero lo principal de la columna vertebral era que el piano fuera emocional.


Hablemos de producción y autenticidad: a veces, menos es más

Tanto él como Ela como Martín están de acuerdo que las pequeñas peculiaridades sonoras son las que marcan la diferencia. Y a diferencia de lo que muchos puedan pensar, esa premisa no tiene por qué relacionarse con un alto presupuesto.

“Hoy en día se genera una nueva originalidad por la limitación de recursos, gracias a eso se pueden tomar en cuenta ciertos elementos del hogar que dan un sonido específico, y eso igual te marca como artista. Al final, tu pieza suena de una manera, el micrófono que tienes suena de otra, tu voz suena con cierta frecuencia y ciertas ondas que están justo en el momento que las grabaste. Encuentro que está bien grabar en un estudio gigantesco a tu disposición y mucho presupuesto con recursos ilimitados, sin embargo, hay veces donde se cae en la monotonía por eso mismo, ya que puedes sonar parecido a otro artista que utilizó, por ejemplo, el mismo micrófono”, explica la artista.

“Cuando viajamos con Prehistöricos hace unos meses, el bajista de Protistas nos contó que él nunca había cambiado las cuerdas de su bajo, llevaba como quince años con el mismo set de cuerdas y no le gustaba ningún otro bajo. Le gustaba que las cuerdas tuvieran piñen y que estuvieran muertas ya que ese es su sonido. Encuentro bacán eso, tiene mucho de la esencia de Protistas”, cuenta Martín en modo de ejemplo.

¿Cómo es el trabajo en equipo adaptándose a esa línea?, ¿tienen ejemplos?

M: Con Mati hicimos un trabajo súper experimental, probamos muchas cosas ajustándonos al presupuesto y el tiempo que teníamos. Además, un plus muy bacán es que todos escuchamos música parecida de intereses similares como el indie, eso facilitó mucho el camino para la toma de decisiones

De hecho, a los chiquillos les gusta caleta Billie Eilish, y una de las cosas interesantes de la producción de Billie Eilish es que todo es súper convencional y barato; su estudio debe tener un buen computador, buenos monitores y un micrófono. Esa debe ser toda su infraestructura, por ejemplo, en vez de usar un platillo que se repita mucho en el coro para resaltar un momento, mejor usemos un choque de autos. Entonces lo buscas en Youtube, lo descargas y lo usas como plato. Eso funciona porque efectivamente tiene una duración parecida, un rango de frecuencia similar y uno incluso puede no darse cuenta de que suena un choque de autos dentro de la canción..

E: Creo que con eso recreamos mucho como una especie de dead room pop y me encanta eso. Es mucho más original y más fácil y barato de lograr que ir a un estudio.

M: Claro, más original que ir a un estudio a grabar el platillo Sufjan de 200 lucas cachai. Ahí hay algo súper rescatable de los samples y de la tecnología, que puedes usar todo esto a tu favor para hacer cosas creativas. Y darse cuenta que en realidad nunca se necesitaba tanto como se pensaba. Eso se manifestó mucho con Ela y Mati, al no haber plata, hay puras intenciones reales.

¿Algún otro ejemplo?

Martín: Sí, Clairo, caleta, creo que lo está haciendo súper bien. O Mac DeMarco también, el “Two” (2012) está hecho con lo que había nomás, la batería la hizo con dos micrófonos y pasó todo por una cinta vieja, todo muy barato de hacer y aún así suena increíble. Creo que este disco es la viva muestra de un punto que tiene la producción musical que he aprendido con el tiempo: uno como productor tiene que saber identificar cuándo una canción es buena, porque si lo es, va a funcionar como sea.

Por alguna razón con esta producción se me vino Tame Impala a la cabeza. El primer disco famoso de ellos, el “Innerspeaker” (2010), es súper precario, Kevin Parker grabó todo con un solo micrófono y todas las baterías están grabadas de esa forma.

¿Cómo fue trabajar de a tres esta dinámica?

M: Siento que las experiencias en grupo son demasiado importantes para hacer música en general, me gusta mucho trabajar solo, pero particularmente me encantó producir de a dos productores, me resultó muy entretenido, como una fantasía de industria musical antigua. Encuentro que entre más grande sea un equipo y más se dividan o compartan las tareas, hay más posibilidades de que se logre algo enriquecedor. Y no solamente desde el punto de vista de que uno puede depurar más el resultado artístico sino que también uno se nutre de las ideas de las otras personas, de su visión estética y/o de sus visiones éticas.

Y como tema aparte, siento que ese lado humano de conocer personas y hacer redes es lo que define a la industria de internet hoy en día. Esto que se está recién formando con las redes sociales promete un futuro gigantesco, uno lo puede ver ahora, cada vez hay más productores y artistas jóvenes pegando fuerte con sus respectivas ideas artísticas súper potentes. Creo que es gracias a eso, los artistas cada vez tienen menos reticencias en sus trabajos sino que por el contrario amplían sus redes y siento que tiene mucho que ver con que hoy en día ya no hay plata realmente para hacer arte.

¿Alguna “recomendación del chef” para ponerle oreja?

E: Por mi parte, recomiendo prestar atención a la estructura que a mi parecer es interesante, me gustó mucho lo orgánico, sentimental y nostálgica que quedó la parte A hasta el primer coro, según yo como que te agarra y te deja expectante. Hasta después donde se mete todo lo otro para cambiar por completo el ambiente a otro color. Y al final también cuando explota todo lo que se venía arrastrando, se incorporan nuevos tipos de percusiones, sintes y guitarras; dentro de cada ambiente hay muchos detalles bacanes.

M: Sí, siento que la parte experimental de la canción quedó súper bien logrado e interesante. Creo que, en general, la frase número uno de cuanto un hace una canción es “escúchalo con audífonos”, es totalmente acertada.

E: Sí, así que como recomendación para una mejor apreciación: escucharla con audífonos de principio a fin.

Puedes escuchar “Furia de crecer”, el nuevo sencillo de Ela Rondó, producido por Martín Berríos, a continuación:


Ficha técnica

Producción: Martín Berríos y Matías Reyes
Masterización: Francisco Holzmann
Directora de arte: Luz Andrea
Styling: María Alvear
Maquillaje: Claudia Huerta Contreras

 

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