Para cualquier artista, el momento de sentarse en el escritorio, con su cuaderno y lápiz preferido, es un ritual que debe tomarse con la mayor seriedad. Más aún, sabiendo que cualquier palabra, cualquier canción, o incluso, cualquier proyecto, puede cobrar vida cual Mary Shelley.
“Canciones sin más pretensiones que bailar” tituló María Paz Artigas en la temible hoja en blanco y de pronto se abrió una puerta que, de cierta forma, fue un escape de los boleros y de las canciones románticas que acostumbraba a componer. Así comenzó a tararear melodías que más tarde se convertirían en las primeras composiciones de Catártica Animal, su nuevo proyecto solista.
Es una mujer ruidosa por donde se le mire, y su nombre artístico resume muy bien su evidente ansiedad por manifestar su discurso a través del arte. Pero sus palabras no se quedan solamente en lo ideológico. Fue hace solo un par de años que se subió al escenario del Festival del Huaso de Olmué para participar en la competencia folclórica con el grupo de cueca feminista “Las Pecadoras”. No ganaron, pero reconoce que fue un momento crucial en su carrera al darse cuenta de lo potente que puede ser la música a la hora de transmitir un mensaje.
Durante el tiempo que estuvo en el conjunto, lanzaron el disco de cuecas infantiles “Cuéntame una Cueca” y realizaron presentaciones en ciudades de nuestro país y de Europa. Allí, en el viejo continente, visitaron países como Francia, Alemania y Suecia en el marco de la gira internacional “Cueca Itinerante”. “Lo recuerdo con mucho cariño. Hubo mucha experiencia y mucho aprendizaje”, se Catártica al recordar su paso por el grupo.
Han pasado tres años desde aquel hito y ahora está embarcada en su propio proyecto personal bajo el género de su creación, “electro cumbia uterina”. “Está el útero, que es la matriz que almacena nuestras emociones y vivencias, y que tiene la posibilidad de botar lo que no es necesario”, precisa María Paz explicando el juego de palabras. Pero también está la cumbia, y reconoce que tuvo que eliminar varios prejuicios y vanidades para atreverse a hacer algo sin cuestionarse si es bueno, o popular.
Al comentar que sus canciones funcionan como un híbrido entre Selena Quintanilla y Bomba Estéreo, se muestra gratamente sorprendida. Afirma que son dos de sus mayores inspiraciones y referentes de la “catarsis femenina”.
¿Cómo ha influenciado el movimiento feminista en tu carrera artística?
Me hace mucho sentido pensar en el libro “Una Habitación Propia” de Virginia Woolf. Ella decía que la literatura femenina siempre se identificaba con el amor. Decía que ojalá las mujeres podamos escribir de lo que sea y no escribir desde nuestra opresión. Y en ese sentido, me emociona mucho lo que está pasando a nivel nacional en torno al feminismo. Siento que mi proyecto tiene mucho de eso, porque finalmente, esta catarsis colectiva, es una catarsis que primero debe ocurrir de forma interna. Entonces es como: ¿debo escribir sobre mi realidad femenina? Sí, pero también debo escribir de lo que sea, porque también me estoy revelando contra lo que se nos pida que hagamos como mujeres.
A la fecha has lanzado dos singles -“Ay Corazón” y “En Libertad”-, ¿Se viene un disco debut en camino?
Estamos trabajando en un EP de cinco canciones. Siguen la línea de los dos singles, pero tampoco me limito a estar en solo un género. Me hubiese gustado hacer un EP de boleros, por ejemplo. Pero que sea como tenga que ser. Voy buscando cosas que me hagan sentido y las voy incorporando en el camino.
