Para David Eidelstein –mejor conocido como el Rulo- descubrir la cueca brava y la música latinoamericana le marcó un antes y un después. Encontró que se podía identificar inmensamente con el mundo de la música y poesía proveniente de nuestra raíz, no en un sentido patriótico sino que desde un sentido netamente cultural. La idiosincracia de la cueca chilena le encanta y espera que otras personas y músicos puedan descubrir la gracia de ella.
“Vendaval” es como se titula su disco debut y es el resultado de toda una metamorfosis musical por la que pasó el músico, donde se fusionan la cueca brava con el vals peruano, además de contar con la presencia de alguno que otro pincelazo soul y árabe. El álbum fue publicado a fines de noviembre pasado y ha recibido varios reconocimientos como pertenecer a los 20 mejores discos del 2016 –selección hecha por musicapopular.cl– además de sus cuatro nominaciones a los premios Pulsar 2017 –mejor artista, mejor cantautor, mejor álbum del año y canción del año-.
Conversamos con el reconocido bajista respecto a su proyecto solista, el documental de este y lo que se viene con Los Tetas.
A veces les pasa a los músicos que terminan un disco pero con sensación de angustia e insatisfacción. ¿Quedaste satisfecho con el resultado de ‘Vendaval’?
-Sí, te entiendo perfecto porque me ha pasado mil veces. Hay algunos detalles que obvio los escucho pero ya no me psicosean, pasó cuando lo estaba terminando. La metáfora que se me ocurrió en ese momento es que el disco es como una especie de monstruo de Frankeistein cachai, cuando estás en el momento antes de cerrar la mezcla, es como si lo tuvieras abierto de brazos y todo. Entonces lo estás trabajando y lo escuchas en tu casa cuando todavía puedes cambiar cosas, subir volúmenes, etc. Pero hay un punto en que hay que cortar el queque y decir “Ya! Listo, acá se acaba” y esto es lo que es. En el fondo cuando haces eso, le das vida propia y ahí el monstruo se para y se va y tú ya no puedes hacer nada más. Entonces siento que ese proceso fue bueno, largo y bien vivido. Fue bacán también en ese sentido trabajar con Cristóbal Carvajal, el productor, y con Juan Pablo Bello, porque teníamos muchas afinidades en cuanto a las opiniones durante la producción del disco.
¿Hay influencias funky o soul?
-Sí.. yo creo que hay. De alguna manera tratamos de que no hubiera funk ni soul. Pero yo creo que igual está porque vengo de esa escuela, entonces siento que si hay giros melódicos. Hay cosas que igual van a estar, imposible que no estén. Había una canción que yo quería grabar con un típico bajo funky que a mí me fascina. Llegué al estudio para probar la canción, creo que era “Escrito En Tus Manos” y no, no pasaba nada, sonaba demasiado funky. Me encanta el bajo pero sonaba totalmente pegado a la fuerza, entonces..
¿De que forma sientes tú que innovaste en la búsqueda del sonido de Vendaval? Buscaste más allá de lo que ya conocías del vals peruano y la cueca brava?
-Sí, sobre todo quise agregar la guitarra eléctrica. Me encanta el sonido de la guitarra eléctrica como de la chicha peruana; también el sonido con trémolo de las películas de Tarantino o los soundtrack de películas de David Lynch. Yo creo que esa fue la propuesta básica en ese sentido. Fue una idea mía y después de conversarlo con Cristóbal Carvajal estuvimos súper de acuerdo con meter guitarra eléctrica o batería electrónica. Hice todas las canciones en versión demo en mi casa y se las mostré como mi propuesta. Obviamente con las ideas de él y Juan Pablo, más las mías, lo desarrollamos y profundizamos. Grabamos miles de guitarras, hay muchas tramas de guitarra que ni siquiera se escuchan tanto.
Al comienzo de “El Río” hay guitarra eléctrica…
– Claro. Y en la misma “Tu Misterio” hay varias guitarras también o en “Pájaro Vagabundo” que están escondidas. Fue bacán este proceso, lo disfruté mucho, porque con Cristóbal – el productor- nos dimos el tiempo para juntarnos varias veces a conversar solamente, escuchar las referencias, los temas; tomarnos un café. Él me dijo algo que me hizo mucho sentido, algo como: “Yo creo que tú disco no tiene que ser un disco de valses peruanos, tiene que ser un disco tuyo, donde ocupas el vals peruano”. Y me gustó eso porque tampoco quería que sonara a vals peruano. Entonces claro, empezamos a usar el cajón y la guitarra acústica pero también ocupamos la batería electrónica antigua, la guitarra eléctrica -sonidos más electrónicos- pero igual análogos cachai. Yo tampoco quería ocupar tantos sonidos electrónicos; los sonidos antiguos me resultan más nobles, me atraen más, me producen una sensación más estimulante que los sonidos VST, que son los sonidos más de computador o programas. Siento que les falta cierta calidad sonora.
Bueno lo que tiene también ‘Vendaval’ es que tiene muchos cambios en las canciones…
-Sipo, eso también me gusta mucho a mí. No era muy común en mis composiciones, como venía del funk que es un estilo bien pegado, también fue bueno hacer eso ya que también es algo que yo no hacía tanto. Ponte tú, en “Vendaval” mismo la canción tiene muchos cambios en hartas partes.
Te dejó jugar más…
-Sí, me dejó jugar más. Me permití hacer eso. Estaba con la idea más del funk de quedarse en una base todo el rato y que todo tiene que pasar ahí. Y como que le tenía un poco de susto a tantos cambios en la música. Fue bacán porque ahora tengo otra visión de eso, cambió.
¿Inspiración directa?
–Zambo Cavero. El vals peruano fue la media inspiración. Caetano Veloso totalmente. Bueno, las músicas de películas como David Lynch. La música árabe de alguna forma. Yo creo que se juntan un montón de influencias de manera más escondidas también.
¿Y la música árabe donde se encuentra?
-Yo siento un poco en “Un Puñado De Oro”, en la melodía de la voz; sutilezas al final de “Pájaro Vagabundo”. Son pinceladas en realidad, pero son cosas que yo siento que están ahí porque siempre me ha gustado mucho la música árabe y me identifica harto.
¿”Un puñado de oro” tiene un significado más macro? ¿En el sentido sociedad? ¿O algo más político?
-Sí, o sea.. claramente habla un poco del dinero y si puede ser tomado de esa forma. Yo la verdad cuando escribo las letras, además de fijarme en su significado, me preocupo también de la musicalidad de las frases y de las palabras. Con esa canción yo me inspiré en la película “Django” de Tarantino. Me imaginaba un tipo a caballo; un esclavo y su historia, cosas así. Por ejemplo esa frase de “Hay un pacto entre Dios y el diablo”, se refiere a que todo está arreglado al final de cuentas. No sé, tampoco puedo darte un significado tan claro, no creo que las canciones tengan un significado único y eso también las hacen más interesantes. Lo mismo pasó con el video de “Tu Misterio”. Siempre hablamos con la Francisca Silva, la directora, que queríamos abrir el significado, no cerrarlo; abrir la ambigüedad. Eso me gusta mucho a mi también, darle esa libertad a la gente.
Como un final abierto…
-Claro, sí.
El Documental…
-Ah buena!
¿Estaba planificado desde el comienzo?
-Sí, lo que pasa es que otra cosa importante que ocurrió y que yo siento que fluyó bastante, es que me conseguí con el sello Discos Pendiente varias cosas. O sea, la fabricación de las copias del disco y hacer este documental. Porque este sello se ganó un Fondart. Entonces, yo había trabajado con este músico de jazz, que es Nicolas Vera, y él estaba haciendo este catálogo. Cachó que yo estaba haciendo el disco, me unieron a este y después ganaron el proyecto. Por lo tanto, desde un principio estaba planeado el docu. Por eso tuvimos imágenes desde el comienzo, de las primeras juntas con el Cristóbal. Grabaron mucho el proceso. Y hay hartas cosas que no están porque obviamente no podía ser un documental tan largo.
Se siente bastante familiar…
– Sí, totalmente. Es que fue así, muy relajado y buena onda.
Este año se cumplen 20 de “La Medicina”. ¿Van a hacer alguna celebración igual que para el “Mama Funk”?
– Sí, de todas maneras. Porque es el disco que más nos gusta. Pero lo veo más a fin de año porque lo que pasa con Los Tetas es que tenemos listo un disco nuevo y se está demorando un poco sacarlo. Entonces tampoco se puede pasar mucho porque se va a juntar con esto. Pero yo creo que ya el segundo semestre vamos a hacer algo.
¿Qué música estas escuchando ahora?
– Últimamente he estado escuchando caleta de música de Cabo Verde. Lo más conocido es Cesaria Evora, una cantante que ya murió. Es música en portugués, pero un portugués medio africano porque Cabo Verde es una isla que queda al frente de África; fueron colonia portuguesa. Es un archipiélago chico de islas que tienen una cultura musical brígida. Una música con mucha nostalgia, con mucha influencia. Esto lo descubrí más o menos hace un año. Me gusta, escucho harto esto y hay un montón de cantantes más. Son super buenos.