“Ray Of Light”: La luz inextinguible de Madonna

“Now I find I’ve changed my mind, this is my religion”.

Con esa frase Madonna finaliza “Drowned World/Substitute For Love”, la canción que abre uno sus trabajos más respetados y quizás uno de los discos pop más impecables en la historia: “Ray Of Light”.

Lanzado en 1998, luego de sorprender al mundo con su único rol aplaudido en el cine con “Evita”, película en la que la reina del pop personifica a Eva Perón, acompañada del actor español Antonio Banderas.

Esta película puede ser, quizás, la gran responsable de la magnificiencia de “Ray Of Light”, un trabajo que muestra como Madonna encontró una voz que no sabía que poseía, gracias a los ensayos que tuvo que realizar para tomar el papel.

Un rayo de luz

Es un hecho de que “Ray Of Light” es quizás el mejor disco de Madonna, un tipo de rayo de luz que llegó a la cantante y también a la industria, sobre todo de la música electrónica, que tenía un carácter bastante underground hasta que llegó Madonna con “Frozen”, un tema oscuro, intrigante, fresco, que alcanzó el número dos del Billboard Hot 100, por allá en 1998.

“Frozen” habla acerca de una persona fría y sin sentimientos, bajo un registro vocal suave, pero a la vez drámatico y dulce, en el que Madonna introducía a todo el mundo lo que era “Ray Of Light”, el disco que pondría a la música electrónica dentro del mapa mainstream en Estados Unidos.

Un largo viaje

Hacer “Ray Of Light” para Madonna no fue sencillo, ya que varios productores trabajaron en las sesiones iniciales del disco, pero sus canciones terminaron en el tacho de basura, porque no era lo que la reina del pop buscaba para ofrecer a un público que se empezaba a deleitar con el nacimiento de grandes estrellas pop como Britney Spears, Christina Aguilera y la plaga inagotable de boybands y girlbands. 

Y fue ahí que conoció a William Orbit, un productor, en ese tiempo modesto, que había hecho algunos remixes para Madonna, pero nada más allá de eso.

Fue ahí que ambos empezaron a trabajar en lo que sería “Ray Of Light” por un período de cuatro años y seis meses, el mayor tiempo en el que la cantante ha trabajado en un disco en su larga carrera.

De hecho, existieron varias dificultades en el proceso de grabación, una de ellas fueron problemas de maquinaria debido a que Orbit preferió trabajar con sintetizadores y samples, dejando de lado los instrumentos en vivo, provocando que los computadores se averiarán, pausando las grabaciones hasta que estos lograran arreglarse.

Esto llevó a que William Orbit tuviera que grabar de nuevo toda la instrumentación en solo cuatro meses, provocando que sus dedos sangraran debido a sus trabajos con instrumentos como la guitarra, por largas horas en el estudio.

Religión y maternidad

Pero más allá de la voz y el trabajo arduo que marcaron las grabaciones de “Ray Of Light”, Madonna también experimentó cambios en su vida y su forma de vivirla.

El nacimiento de su hija Lourdes en 1996, fruto de su relación con el preparador físico cubano Carlos León fueron una de las cosas que más marcaron a Madonna, al punto de dedicarle “Little Star”, un tema hipnótico, una especie de canción de cuna espiritual, personal e hipnótica, que da la imágen de una Madonna susurrando en el oído a su hija “You are a treasure to me, you are my star, you breathe new life, into my broken heart”.

La espiritualidad es otra de las cosas que marcaron a “Ray Of Light”, ya que la excéntrica diva había empezado a practicar el cábala, además de estudiar el hinduismo, budaismo y el yoga, generando un impacto en la lírica y dirección sonica del disco: trip-hop, new-wave, electrónica, techno-pop, house, música ambiental, drum and bass, rock y música oriental.

Y en casos más particulares, una espiritual “Swim” se grabó el mismo día en que el amigo y colaborador de la cantante, Gianni Versace fuera asesinado teniendo solo 50 años de edad. En “Swim” se puede oír el dolor que sintió la cantante al enterarse de la partida del diseñador.

Un hito

“Ray Of Light” se transformó en un hito, quizás el último y más grande de la reina del pop, aclamado por la crítica, añadiendo nuevas tendencias al mainstream, generando una nueva y positiva percepción a la polémica, pero jamás ignorada cantante, que aseguró aún más su trono como la reina del pop indiscutida.

16 millones de copias vendidas, 4 Grammy’s, 6 VMA’s, considerado por la Rolling Stones como uno de los 500 grandes discos de todos los tiempos, el cuarto mejor disco de la historia por VH1 y la gran influencia de la británica Adele para hacer su exitoso tercer trabajo discográfico “25”.

Mer Girl

Y si bien “Ray Of Light” refleja un poco el crecimiento espiritual de Madonna, no podía ser una excepción que en cada disco de la reina del pop, el último tema deje la intriga de que algo cambia o simplemente cierra el disco como debe ser.

En este caso “Mer Girl” cambia todo el destino de que se entregó a lo largo de “Ray Of Light”, en donde la diva se abre y saca todo lo que la tiene dañada en su vida: la muerte de su madre, sus incontables romances que llegan a su fin y el nacimiento de su hija.

“I ran and I ran, I’m still running away” canta Madonna para cerrar el disco que la consolidó como una artista completa, cameleónica y visionaria.

Reina solo hay una, y esa es Madonna, la que mientras el mundo da un paso, ella ya diez y va de vuelta, sin miedo, sin tapujos, sin importarle nada, solo su instito, su arte, lo que quiere decir.

“Ray Of Light” antes se iba a llamar “Mantra” y se podría decir que tan mal título no era, al fin y al cabo “Ray Of Light” terminó siendo el mantra de la diva del pop. Y que gran mantra. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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