Mamalluca: El último gran viaje de Los Jaivas hacia el cosmos

A pocos meses de finalizar un siglo, Los Jaivas lanzaron el que sería su última obra más ambiciosa de su carrera, una obra sinfónica llamada Mamalluca. A 20 años de haber hecho historia al poner sus mentes en las ruinas de Macchu Picchu, esta vez la inspiración vino del cosmos.

Eran buenos tiempos para Los Jaivas en Chile. Aunque varios de sus miembros seguían teniendo una doble residencia (entre Santiago y París), desde mediados de los 90 la banda comandada por Eduardo “Gato” Alquinta ya era una institución más que respetada en Chile.

Tras cosechar nuevos éxitos con Hijos de la Tierra (1995) y dar nueva vida a su repertorio clásico en el auto homenaje Trilogía el Reencuentro (1997), las energías estaban listas para una nueva experiencia, que llegó pocos días después que Eduardo Parra recibiera una invitación para visitar el Cerro Mamalluca, en el corazón del mítico Valle del Elqui.

Entre los cerros y las estrellas más brillantes del mundo, el tecladista y poeta del grupo sacó su pluma, y dejó que su mente le dictara lo que las constelaciones y el espíritu de la premio Nobel, Gabriela Mistral, le sugería a cada segundo.

Así nació un poemario que fue musicalizado por Los Jaivas, tomando forma poco después en el Convento de la Divina Providencia de Vicuña, concretando diez piezas sinfónico-corales que fueron registradas junto a la Orquesta Sinfónica de Chile, conducida por Pedro Sierra, y el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile, liderado por Hugo Villarroel, en un lugar deshabitado de Providencia, que hoy se conoce como Sala Master. Una experiencia que los proyectaba al futuro, pero los remontaba a los vuelos sinfónicos que realizaron a principios de los 70.

Tal como relató años después Juanita Parra, al buscar lugares para registrar la ambiciosa obra, llegaron hasta un espacio abandonado en calle Miguel Claro, que tuvo que ser refaccionado por la propia banda, para así grabar un álbum que se pensó como el primero de una serie de registros sinfónicos. Por esto, su título oficial es Obras sinfónicas vol. 1. Mamalluca: Las estrellas bajan a la Tierra.

Concebido como una especie de ópera folk-rock con elementos sinfónicos y algunos detalles de la música andina -un lenguaje ya propio de la banda- Mamalluca marcó las vidas de una serie de personas que se vieron involucradas de alguna forma en su concepción en Vicuña, muchos de los cuales atesoran los momentos genuinos en los que compartieron con los músicos. No es raro encontrarse con alguien en más de un residente de la zona que relata lo amables y generosos que eran Alquinta, Mutis y los Parra.

Asimismo, aunque no fue un suceso en su tiempo, sí fue un trabajo muy bien recibido entre melómanos y fanáticos eternos del grupo, llegando a ser presentado en un impactante concierto en el Court Central del Estadio Nacional el 20 de enero del 2000.

Parte de la experiencia también quedó retratada en un documental que fue emitido por TVN y que puedes revisar a continuación:

https://www.youtube.com/watch?v=QMO4M2XFQaQ

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