El Cómodo Silencio De Los Que Hablan Poco detalla las ideas de “San”, canción por canción

Manteniéndose vigentes en la escena independiente chilena, El Cómodo Silencio de Los Que Hablan Poco (ECSDLQHP) lanzó su tercer álbum de estudio “San”. Después de seis años sucedieron grandes cambios, transformándose tanto su banda como el sonido de ella.

Es así como los tracks fueron seleccionados cuidadosamente por la agrupación compuesta por Vladimir Mella (MonoAzul) (guitarra y voz), Franco Perucca (bajo, guitarra y voz) y Matías Manriquez (batería). A esta, sumándose en 2022, Matías Grasset (bajo) y posteriormente a inicios de 2024, Javiera Méndez (teclados y voz), ambos profesores de música.

Siendo “tres” en japonés, como también “santo” y “montaña”, “San” representa una búsqueda más profunda lírica e instrumentalmente en cuanto a sus antecesores Run Run (2016), Amanda (2018) y el EP Volver a Empezar (2022). “Le estuve dando vuelta el nombre mucho, mucho tiempo, y creo que fue el único que a los cabros les gustó. Fonéticamente es lindo”, explica Franco.

El gusto por el math rock japonés, post-rock, hardcore melódico y jangle pop es latente como influencias en este tercer trabajo discográfico, al igual que la lectura de mangas y conocimiento sobre animés. “Somos todos bien otaku”, confiesan entre risas.

La idea de crear el tercer LP vino inmediatamente después de haber lanzado Amanda, con diversos “intentos fallidos”, según explican, atravesando grandes modificaciones a nivel estructural como banda. Por ejemplo, la ida en 2017 y vuelta en 2019, y luego partida definitiva en 2022 de Yaney Salgado, momento en el que lanzaron para su despedida el EP “Volver a Empezar”.

Aunque su voz también puede ser escuchada en este nuevo álbum, al haber grabado en la canción “Árbol en el cuello” desde hace más de tres años. “Hace poquito la Yaney nos escribió ‘Chiquillos, por fin pude escuchar el disco, felicitaciones’. No lo había escuchado, y bacán sentir el cariño de ella”, relata Franco sobre el vínculo de amistad vigente con el grupo.

Pero esta no es la única sorpresa. A diferencia de las anteriores placas de El Cómodo, se tomó el desafío de agregar una invitada: Saskya Campos, de Fonosida, en “Al Otro Lado del Canal”. “Decidimos en ese tema, en particular, meter una colaboración, porque quedaba bien por el estilo más tranquilo”, revelan.

Conversamos con Franco Perucca y Matías Grasset sobre el featuring y las ideas que dieron forma al anticipado tercer álbum de ECSDLQHP. Ahora puedes ponerte tus audífonos, dejarte llevar, pero a la vez prestar atención a las composiciones y letras de “San” mientras lees esta revisión canción por canción.

Cómo voy a ver

F: Los chiquillos, el Vado y el Mati, propusieron ponerla como tema uno del disco. Eso en un principio no estaba pensado así. A mí igual me gustaba la idea, porque es como una patada en la cara, un tema súper intenso. Es de los más intensos del álbum, de los más rápidos también, y es como partir súper arriba.

Al menos yo en mi guitarra traté de hacer algo súper minimal. De hecho, el riff de la guitarra del coro son solo dos notas. Estaba escuchando a New Order, y hay riffs que son así. Fue como “se puede con muy poco, hacer mucho”.

M: La canción también dentro de su crudeza es súper simple. Tiene un riff principal, un verso, de nuevo el riff, después otro verso, y termina.

Yo la pensé como una canción punky, para tocar todo con la uñeta para abajo, y distorsionado. Eso para mí, fue un poco el referente. Siempre que la tocamos en vivo es un caos. Es muy ruidosa, estamos todos muy concentrados, la gente apaña caleta. Solemos tocarla más rápido también.

Miremos al espacio/Sayi

F: Es el único tema que está grabado oficialmente en otro disco, Soluciones Temporales, de Ablusión (proyecto solista de Franco). Ahí grabé todo, la batería es falsa, por ejemplo, desde el computador. Es el tema que cierra ese disco y siempre lo hemos tocado con El Cómodo a la vena, hace muchos años.

Al tema solo le faltaba sonar mejor, con la estética de El Cómodo, de banda. Todos tocando con nuestro sonido. Ahí yo le metí los sintes, unos Korg Minilogue entre medio. La Javi grabó las voces de los coros que se escuchan junto conmigo, y ahí me apoyó en su armonía.

En mi mente son dos temas en uno. Miremos al espacio en la primera mitad es el tema pop, que tiene letra. Sayi vendría siendo la segunda mitad krautrock.

Y Sayi es una palabra inventada, de esas que uno inventa para nombrar proyectos.

Al otro lado del canal

F: El Vado me mostró esta maqueta, hace dos años, y yo le dije, “este tema es bacán, como que me gusta”, y él se sorprendió, me dijo así casi como por qué. No era de los temas que a él le gustara. Creo que por eso también decidió meter el feat por ahí. Lo encontraba demasiado popero, muy suave.

Escuché el tema y había una armonía en el coro con un color único. A mí me encantó de una. Siempre lo encontré un temazo.

A mí no me gusta U2, pero sentía que tenía que llevar esa estética de guitarras muy The Edge, muy ambientales, pero no desde el post rock, sino como ambiental de The Edge.

Vamos Muchacho

F: Este fue el primer single del disco. Es un tema muy cortito, y la música dura un minuto y medio. Por lo mismo, se me ocurrió la idea de meterle un sample al principio y al final para alargarlo. Y claro, la letra habla de cuando uno lo apuesta todo en la vida por un sueño, en este caso, dejarlo todo por dedicarse a la música.

De apostarlo todo por un sueño en la vida, por esas verdades que te pegan en la cara, que te mueven el pelo, que te cambian.

En un momento, la letra tiene la metáfora de “aposté todo por el caballo que me tincó más”. Decidí irme por esa metáfora para meter los samples de una carrera de caballos, en la arrancada, y el caballo que ganaba se llamaba “Vamos Muchacho” (…) es de una carrera real.

Luego cuando decidimos hacerle videoclip, seguimos la idea más allá. Fuimos al Hipódromo y todo, aunque la letra no tiene nada que ver con los caballos ni las apuestas de caballos, pero era un poco la metáfora de la idea que la llevamos hasta el final.

Gatos en la oscuridad

M: Cuando llegué estaba grabada y bastante mezclada. Es una canción muy del Vado, romántica y bailable. Lo que más me llamó la atención es que el coro no está en el mismo tono que el verso… tiene acordes disminuídos. Desde la armonía es muy interesante.

Suena como teatral.

F: En el estudio hay un piano real, de pared, y como esa parte es de acordes disminuidos, yo dije “no, acá acordes en piano real”, para aportar más dramatismo.

En la estructura del disco, para mí, Gatos en la Oscuridad cierra todo este segmento rapidito bailable que parte desde el tema uno hasta el tema cinco, que se podría decir es el lado A del álbum. Luego está Eras, que es el tema del medio y no pertenece a ninguno, y luego el lado B, todo el lado de indie rock más bailable.

Eras

F: Cuando llevamos nueve temas grabados del disco, uno ya empieza a pensar qué le falta al disco. Llegué a la conclusión de que le faltaban dos cosas. Uno, un tema acústico, y dos, una canción instrumental, porque somos El Cómodo Silencio.

Entonces el acústico tenía que ser uno del Vado (…) Me encanta, es muy antiguo, lo canta el Vado cuando vamos caminando en la calle, y cada vez que lo cantaba se me quedaba pegado en la cabeza por horas. Llevaba años tratando de convencerlo de que ese era el tema.

Es el único tema que está grabado 100% acá en mi estudio. Ahí nunca había grabado ni violines ni cellos, entonces tuve que pedir consejos a Carlos Doerr (productor) de cómo poner los micrófonos, y encuentro que suena súper bacán. Lo que respetamos de la maqueta del Vado era que tenía sonidos de calle al principio y al final.

Agarré el notebook, la interfaz y un micrófono, y me fui a parar a la esquina de Vicuña Mackenna, rezando porque no me robaran las weas, no me cogotearan. Grabando Vicuña Mackenna real (…) Ese sample de auto, de calle, es grabado de verdad.

Ikigai

M: Recuerdo haber hecho una canción una tarde noche en mi casa. La primera de post-rock que hice en mucho tiempo (…) El nombre con el que lo subí a internet es “Volví a hacer post-rock”, se la mostré al Vado un día y me dijo que le gustó cómo sonaba. Y dije como, “oye, ¿y si la tocamos con El Cómodo?”. Escribí la estructura, la probamos en el ensayo, y salió bacán.

Un poco siguiendo esto de los japoneses, de la cultura oriental, me topé con este concepto que es Ikigai, el sentido que uno le da a su vida, para lo que es bueno, para lo que te gusta hacer, y para lo que puedes ganar plata al respecto. Un concepto muy lindo, muy de vivir la vida a concho.

Tiene un sample de Espíritu de Lucha (Hajime no Ippo) al final, de un momento muy emotivo: la pelea final de Ippo, que trata de acercarse a lo que es el concepto de Ikigai, de no rendirse, de que ha hecho mucho, que se ha esforzado mucho por llegar hasta donde está. Que a pesar de que lo más fácil es, como él dice, “cerrar los ojos y dormir”, eso no. Hay que seguir dándole no más.

Al Otro lado del fuego

F: Es súper viejo, es de la primera sesión, en 2022 (…). Lo que destaca es que está con guitarra acústica, acompañado de banda. Encuentro que quedó súper bien, y tiene mi voz cuadruplicada y armonizada. El elemento más nuevo que tiene todo el disco.

Lo hice hace muchísimo, en pleno Estallido Social. La letra, de hecho, trata de amor en tiempos de Estallido Social. En un momento dice quemar carteles, y tu sonrisa y tu mirada brilla al otro lado del fuego, y es literal.

Hace Tanto

F: Es un tema de Matías Manriquez, nuestro baterista. Él lo compuso como una versión grabada en audio de WhatsApp. Era un poquito corto, y fue como “filo”, uno tiende  a tratar de alargarlo. Pero en este caso era “no, dejémoslo así, que sea un tema medio interludio”. Nos cambiamos, y yo toqué la batería. En la sala de ensayo se puso mucho más rudo.

Árbol en el cuello

F: Este es uno de mis favoritos (…), el tema lo compuse de la voz al piano. Es cierto que cuando uno compone desde otro instrumento es otra dinámica. Después, al final agregué la batería, encontré un loop de batería (…), tenía todo menos bajo, creo, y tampoco tenía la segunda parte post-rock cuando revienta. Era toda la primera parte, y la estructura.

También es de la época del Estallido Social, y la letra es súper política, aunque está súper oculta, porque es muy metafórica. Es la idea de que Chile es como un puño apretado por muchos años, con mucha rabia. Por eso dice “las uñas al revés contra la mano”, y el salir a la calle, a decir las cosas, gritarlo, es como un árbol que florece en el cuello, en la garganta y sale hacia afuera.

Las dos primeras frases las saqué de la película Nausicaä del Valle del Viento, de Hayao Miyazaki. Cuando la estaba viendo la pausé, y quedó en la pantalla “no tengas miedo, ¿ves?, no hay nada que temer”, le decía a la protagonista su mascota.

Siempre hay cosas que me gustan, y las voy anotando en las notas del celular, y después cuando hice este tema, partí con eso la letra (…). Tiene las voces de la Yaney, y las trompetas las grabó Alejandro Palacios, que es un músico de Protistas.

Tormenta

M: Es una canción del Vado, que recuerdo que era la canción Weezer del disco. Siempre fue esa la idea: media rockera, media lenta (…) Es una de las que costó más ensamblar como banda, porque tiene unos compases adicionales, unos que se cortan, a veces el coro dura un poco más, a veces dura menos. Fue un poco difícil sacarle el rollo, pero a la vez se logró que fuera muy natural.

F: En la guitarra también hago una referencia a Nirvana en un momento, como “Smell Like Teen Spirit” literal unos pedacitos. También el solo de guitarra lo grabó Raúl Guzmán, baterista de Columpios al Suelo (…) Nunca he hecho solos. Ese es el único solo de todo el disco, el único de guitarra, porque ni el Vado ni yo hacemos solos de guitarra (…) En ese pedazo, hay uno por la derecha y otro por la izquierda. El Raúl no los compuso pensando en que funcionaran, pero mágicamente funcionan súper bien los dos, uno está más fuerte obviamente, y el otro más despacito.

Mala Memoria

F: Termina Tormenta, y Mala Memoria es el tema que no tiene intro, que parte y yo parto gritando, cantando al tiro. Siempre pensé que esos dos tenían que ir juntos: el tema que no tiene final con el que no tiene intro.

Sobre la letra, yo estudié  tres años y medio de Psicología en la U. de Chile, y me salí de todo para dedicarme a la música, pero estudié mucho la memoria, y me interesaba mucho como concepto. Siento que la memoria en general es mala (…) es reduccionista. Entonces es el valorar el presente, porque en el ahora es donde está todo, es infinito en el momento, pero cuando lo recordamos ya es una versión ultra comprimida.

Tiene colaboración del Benje, de Estoy Bien. Se me ocurrió invitarlo por razones obvias, porque estilísticamente quedaba muy bien. Los gritos que se escuchan en los cortes son del Benje y los ruiditos de guitarra, también (…) Siento que le aporta caleta al tema, porque es muy dulce y con eso quedó un poco más rudo.

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