Pitín Valenzuela explica los trasfondos de Anastasía Deluxe: Recetarium

Agustín Valenzuela, conocido artísticamente como “el Pitín”, es un cantautor chileno dedicado a las artes musicales. En 2021, lanzó “Anastasía”, un álbum que no solo marcó un hito importante en su carrera, sino que también se reveló como una joya en bruto.

A lo largo de los años, Pitín compartió sus composiciones para que fueran reinterpretadas por Recetarium, una agrupación surgida de la espontaneidad musical. De esta manera, las canciones de su álbum original experimentaron transformaciones sorprendentes, gracias a la colaboración con Benjamín Abusleme y Nicolás Middleton.

Recetarium, entonces, se posiciona como el proyecto musical conjunto, llevando las composiciones de Anastasía (2021) a un nivel creativo superior, explorando elementos de rock, raíces latinoamericanas y otros estilos a lo largo de las reinterpretaciones.

No obstante, “Anastasía Deluxe: Recetarium” (2023) no solo destaca por sus innovaciones musicales. La agrupación ha construido una estética visual única que envuelve su trabajo, cargada de conceptos e ideas que invitan a los oyentes a adentrarse más allá de lo puramente sonoro.

Recomendamos leer esta entrevista mientras se escucha el LP. Ponle play y disfruta…


Pocahontas

Algo que muchos sienten pero callan. “Pocahontas” trata de un corazón con miedo a ser olvidado, pero que al mismo tiempo se enfrenta con un intento de crecimiento, de soltar y de dejar ir. La situación es abordada con mucho cariño y con mucho amor, sin embargo, el sentimiento de olvido se hace presente a través de un agobio predominante.

Si bien la canción es muy pacífica, es paradójica ya que tiene una tristeza muy nostálgica. En momentos surgen golpes de rabia debido a la cantidad de choque de emociones: el querer olvidar, soltar y seguir, pero también el deseo de no ser olvidado. Sentimos que es una canción que tiende a tocar a las personas que la escuchan porque es una canción de lejos, casi que cantada al viento. Un mensaje que probablemente nunca llegue.


Un pedazo de corazón

Este es un track muy alegre, el cantante lírico está muy enamorado y emana demasiado amor. Sin embargo, este está reflexionando y cuestionándose respecto a si sabe amar realmente, sin posesividad, expectativas ni reciprocidad. Un amor honesto y libre de ataduras es lo que “Un pedazo de corazón” emprende desde una fuerte introspección que incita a cuidar y resignificar nuestro amar.

Esta canción, junto a “Libélulas de pan”, pertenece a la última camada de canciones compuestas para el álbum. Creemos que se nota ya que plantea un enamoramiento desbordante en brillo que está lleno de flores y mariposas. Todo desde un nivel de baile rítmico y temático.


Río Quino

“Río Quino” es una canción inédita de la Anastasía Deluxe ya que a diferencia de las otras canciones del álbum, esta no tiene una versión guitarra-voz de la Anastasía de Pitín, sino que ve la luz con Recetarium. Si bien se escribió para el formato anteriormente mencionado, el track brotó en formato banda. Esto permitió que se le diera un carácter más emocionante y potente de lo que ya era, le dio demasiada fuerza.

Más que un grito de nostalgia,  “Río Quino” es un grito con nostalgia hacia la sabiduría y conocimiento de nuestro niño interior. Cuando somos niños las lógicas de las cosas están literalmente ante tus ojos, sino ante tus sentires, permitiendo que el sentido del mundo y del ser uno mismo sea mucho más asequible.

Fluir y ser honesto desde la forma de ser niño es mucho más fácil y esta canción trata de eso: del grito de nostalgia hacia un plano dimensional distinto, a un tiempo pasado donde le preguntamos a ese niño si nos puede aconsejar por un instante. Un diálogo con nuestro yo del pasado que genera una dicotomía que busca, ojalá, una huella o guía para entender este mundo tan loco.


Un pueblo azul

Esta es la canción más antigua del disco, la compuse por el 2016. Siempre fue una canción muy triste pero con Recetarium mutó a una tristeza mucho más pesada y eso me encanta, podría describirla como un color morado.

Cuando digo pesada no me refiero a un rock pesado, sino que a que pesa mucho. Retrata la idea de que cuando una persona está dañada es muy fácil dañar a los que le rodean, ya sea quién nos quiera o simplemente algún desconocido en la calle. Es muy fácil herir y que nuestra energía transmute hacia lo externo, de ahí viene el verso “que tiñe de negro un pueblo azul”.


Otra voz

“Otra voz” es una canción nacida en pandemia, en aquellos tiempos donde todas las personas se encontraban encerradas y con muchas cosas en pausa, obligadas a enfrentarse a uno mismo sin mucho más que hacer mas que tiempo para el auto enfrentamiento. Siento que es una canción de cuando el enfrentarse con uno mismo se apacigua, bajándole a la autoexigencia a este espejo y brindándole espacio a la empatía.

Tiene un parecido a “Río Quino” en ese sentido, habla en un lenguaje parecido, con mucho cariño y auto compasión. Es una bonita canción, se alimenta de estas dos personalidades contrastantes y termina muy empoderada.

Con respecto a los arreglos de la banda, fue muy bacán el trabajo porque es una pieza que nació siendo una balada, como una canción de cuna, pero cuando nos juntamos con Recetarium tomó un ritmo mucho más rápido con toques indie que me encantan. Descubrimos que debía ir hacia adelante, como una flecha.


Mis alas

Aquí hay un cuerpo herido, con la carne viva y sin alas. Una verdadera herida abierta, creo que eso es lo que transmite “Mis alas”.

Esta es una canción muy vulnerable que trata del preguntarse cuánto tiempo demora la pena y la sanación en un intento desesperado de salir de un hoyo. Tiene mucha fuerza y es desgarradora, es una canción que se canta gritando y que tiene una fuerza instrumental maravillosa que te golpea con cada compás, además todas las armonías de voces que armamos no hacen más que hacer este dolor más escuchado.


Libélulas de pan

“Libélulas de pan” intenta retratar ese estado eufórico y gozoso de cuando se está muy enamorado y todo es azúcar, flores y muchos colores; esa caricatura de cuando estás embobado por no parar de pensar en el amor que se siente, es muy honesta.

La verdad es que es una canción muy alegre y pegote. Siempre lo pasamos muy bien tocándola, tiene harta armonía y es fácil hacerse amigo de la canción.


La portada

Con la banda estuvimos mucho tiempo pensando cómo abordar la carátula del disco. En un principio queríamos que dialogara lo más posible con Anastasía de Pitín, pero poco a poco vimos que esta es una obra completamente distinta, con otra personalidad y carácter. Ahí comenzamos a desarrollar una idea conceptual transversal a la banda. Para eso trabajamos con Raimundo Pinto, quién nos guió a ordenar nuestras ideas y armar una dirección de arte. Y él trabajó junto a Fernando Velasco, la persona a cargo de la sesión de fotos.

Recetarium más que una banda también es una meta narrativa en la que nosotros como integrantes nos encontramos. Eso es algo que quisimos también mostrar en el arte de los singles, donde hay un hilo conductor que de a poco se va abriendo. Por eso considerábamos que en álbum apareciéramos los tres con todos los objetos sobre la mesa.

 

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