Pau se encontraba dando los últimos retoques de su disco debut “Latencia”, y ya estaba dándole vueltas lo que le cuesta a la gente decir “te amo”, mientras las melodías de The Beatles y Beach Boys rondaban a su alrededor, cerca de los parques de Londres.
Así comenzó a gestarse “Volumen Dos”, su segundo trabajo discográfico estrenado a mediados de agosto de este año. Un disco que refleja “continuidad y cambio” en la propuesta del también productor. El juego de palabras, las líricas contemporáneas son parte de ese status quo, pero gran parte de esa metamorfosis se genera desde el proceso de producción.
A diferencia de su primer álbum, Pau trabajó palmo a palmo con un productor. “El ‘Latencia’ se hizo sin otros músicos, un criterio súper personal, y en este caso fue todo lo contrario. Todo pasaba por la mirada de otra persona, de Fernando Herrera, que es heavy para una persona que maneja su propio proceso productivo. Es un salto de fe, es como que te corrijan cosas de tu propio hijo. Escribimos canciones juntos, me sugirió letras y acordes. Una experiencia completamente distinta”, declara.
Un trabajo que lo llevó a visitar México por varios días, donde residía Fernando Herrera. “Francis Durán (Los Bunkers) nos prestó caleta de instrumentos, me quedé en su casa. Fue muy bacán el grupete de chilenos que apoyó, muy jugados. Hicieron que la parte del disco grabado allá subiera mucho el nivel”, confiesa Pau.
El detalle distintivo de “Volumen Dos” tiene que ver con el acercamiento a la radio AM, a la música cebolla, para relatar historias ficticias con varias capas autobiográficas, que hila un relato común a lo largo del disco: el quiebre de una relación. “Me pregunté dónde estaban los rockeros autóctonos, más allá de Los Prisioneros. Un día empecé a escuchar unos temas, y un amigo me prestó un libro sobre clásicos AM”.
Te invitamos a revisar este nuevo XTrack, escuchando “Volumen Dos”, el segundo disco de Pau.
La Fórmula Secreta
Fue de los primeros temas que me llevó a hacer algo “Beatlesco”, o “Beach Boyesco” en español. Estaba muy enamorado, y sentía que escribir poesía o contar historias noveladas es como ponerse un escudo. Decir “Te amo” es la cursilería más grande posible, pero lo más poderoso que podemos decir. Es como pelearle un poco al anglocentrismo de decir “something stupid like i love you”, que suena bonito, y no es cursi, pero si alguien canta “te amo” nos miran raro. La canción fue darme la licencia de decir “voy a escribir una canción así y estoy tan enamorado que no me importa”.
La letra de la canción es irónica, porque el personaje de la canción se atrapa entero, se da mil vueltas porque no sabe cómo decir todo lo que siente. Y el coro termina diciéndote que decir te amo es lo más sencillo del mundo, pero no, sino que toda la canción trata sobre lo difícil de decrilo.
Estaba muy pegada al “Latencia” en la manera de escribirlo. Y es un gran ejemplo de que Fernando fuera responsable de que quedara como quedara. Él dijo que tuviera un arreglo de cuerdas, insistía en que sonara como Abba, con un arreglo orquestal. La batería se grabó tres veces distintas. Y termina algo muy Electric Light Orchestra, estoy muy feliz con el resultado.
Tur Blues (ft. Diego Lorenzini)
Lo busqué y cuando le comenté que el iba a mandar unas pistas, el Diego me envió una respuesta increíble: “Cachai que yo tengo una estética mía, así que voy a mandar lo que haría en tu canción”. Si usted compra Diego Lorenzini, va a recibir lo que está esperando. Y así fue, recibimos un sonido a como suena en sus discos, muy Lo-fi.
Diego hizo un taller de letras en Matucana 100. Yo mandé una postulación y quedé. Y la canción la escribí como una tarea del taller, le gustó, grabé un par de instrumentos y le di un sentido medio western. La maqueta tiene mucha onda “Los Mil Jinetes”, pero siempre fue muy Jolene a la chilena. Hay un verso pensado en la forma de cantar de Diego, porque así se compone pensando para un featuring. No nos hemos juntado nunca, y él me dicho que ojalá se logre algún día y tocar “Tur Blues” juntos por primera vez.
Es un diálogo. Uno es un viajero inexperto, ya sea un mochilero o un peregrino. Y por otro lado es el chofer del bus, experimentado. Todos los versos hablan de la perspectiva del peregrino describiendo al héroe, al viajero antiguo, que lo admira. Y después, en el pre-coro, le pregunta por el secreto. El hablante lírico cambia en el coro, que le dice “Hijo, siempre dé las gracias”. Lo bonito, es que se entiende sin tener en cuenta este backstory.
Puede ser que yo sea el mochilero y Diego el conductor, en el sentido de que él me hizo clases. Ahora bien, ese consejo está pensado más en mi hermana mayor.
Pienso en Ti
Es de esas historias de revista Rolling Stone (risas). Le faltaban canciones al disco, y estaba con Fernando en su casa en México, él estaba trabajando en “Sonámbulo” de Pedropiedra, y yo mientras avanzaba en el disco comenzó a salir la melodía.
A veces me pasa que las canciones ficticias se entrelazan con tu historia, quieres escribir lo que estás sintiendo pero sin echarte al agua como “mi polola está en Chile y la echo de menos”. Y esta no es la excepción. Es una canción autobiográfica sobre la relación a distancia, y también hay cuenteo como “estoy en un estudio en otro país grabando mi disco y te extraño, nena”. Es chistoso cuando uno se crea ese cuento. Es sobre estar lejos pero hiperconectados, y en todo tipo de relaciones, con familia y amigos. Un “te quiero” por teléfono y extrañar.
Creo que lo que más innova en comparación a mis otras canciones es que no es rebuscada, el coro es repetitivo, lo dice una y otra vez.
Matemática
Es un chiste triste. Estábamos armando las primeras maquetas como banda en Pucón (Totó, Esteban y Fernando con algunos amigos que se fueron sumando), Un día les mostré la canción, diciendo que todavía no estaba terminada y se las toqué tal cual como suena en el disco. Ellos dijeron que estaba lista. Está grabada en una sola toma, y todos los coros que son muchos amigos que fueron a esa casa en Pucón. Una noche todos tomamos gin tonic, y ahí grabamos el eco.
Es Matemática porque me puse a estudiar música y armonía, tomé el estudio y reflexionaba que si supiese más de matemática podría entender más dimensiones de esto. ¿Por qué no puedo declarar que soy bueno para las matemáticas? Me parecían entretenidas, me gusta hacer ecuaciones, pero algún profesor fue penca conmigo y mis hermanos, habían burlas y todo.
Cuchita
Es una canción que me cuesta muchísimo, la he ensayado dos veces con la banda y todavía siento que no estoy listo. Hay como una personificación que sucede constantemente donde tenemos dos personajes: una persona que espera a la otra y otra que vive fuera de la casa. Es como me sentía con mi ex también, con quien teníamos dos gatos, uno no le gustaba salir y al otro pasaba fuera, llegaba lleno de tajos.
Quise hacer una canción media Juan Gabriel, y me la lloré entera, me emociona mucho. Puede ser el humano de un gato, el gato de un humano. Puede que tenga una significación especial para las personas que aman a los gatos. Hay ciertas maneras de querer que tienen ellos que creo que están descritas.
Lejos de Aquí
También me saca lágrimas. Originalmente se llamaba “Highbury Fields”; que es un parque cerca del estadio del Arsenal, en Londres. Ahí cerca estuve viviendo con mi ex y una amiga, y con ella compartimos la pandemia, le mostré mis primeras canciones, ya que ahí grabé el “Latencia”. Volvimos a Chile y mientras comíamos una hamburguesa me cuenta que estaba con una infección, y dos semanas después me cuenta que se fue a hacer unos exámenes y salieron malos. Le encontraron un cáncer y se fue a los tres meses.
A ella le gustaba mucho este parque y le mostré la canción por primera vez. En la pandemia me escapaba allá a fumar, y me imaginaba que se vendría el fin del mundo, y bien poco glamoroso. En “Caso 63” dicen que el fin del mundo no es como se lo imaginan, no hay bolas de fuego ni jinetes del apocalpisis, sino que es un resfriado el que nos empieza a cagar de a poco. Al principio no decía “Lejos de aquí”, sino “Highbury Fields, cuando en la noche no hay nadie”. Esta melodía se me vino a la mente mientras caminaba, y la letra salió sola. Era su favorita y se la dediqué.
La Casa Vacía
Es como lo que decía de “Pienso en ti”, que uno quiere escribir una historia ficticia pero igual está teñido de uno. Todos los personajes de ese mundo creado les pones caras de conocidos, o la tuya. Habla sobre un quiebre de esta relación, intentando recomponer y solucionar todo.
Es un melodrama Camilo Sesto, con un coro Beach Boys, pero es tristona. Tiene violines, arreglos muy tensos. Es como sentirse chiquito, quizás desde una arista optimista. Habla de una reverberación y los delirios megalomaníacos.
Jeanette (Yo Quería Darte Más) ft. Filgueira
Partamos presentando a Filgueira, también conocido como Renzo Navia. Compositor, productor que me mandó un demo de este tema, que se llamaba “Vermut”, mientras estaba en Londres, y era bien diferente en melodía. Me propuso producirla en estilo nueva ola. Y a mí me gustó tanto que le mandé un demo al toque, de puro engrupido. Siempre pido permiso para meterme, porque ahí pulí cosas, hice arreglos en la letra, que se note que hay un sello. Le dije cuáles eran mis precios y para él fue mucha plata.
Yo estaba tan entusiasmado que le escribí, le conté que estaba preparando un disco y quería sumar este tema y darle una onda rimbombante. Le propuse irnos 50-50 con todo el crédito, y aceptó. La historia original de la canción es de él, creo que es biográfica, de una relación que por más que se intentó salvar no hubo caso. Mira qué conveniente, me está pasando lo mismo (risas).
En ese momento no estaba pasando por lo mismo, pero luego pasó, fue algo premonitorio. Yo no sabía que por más que lo intentara con esta ex no iba a funcionar. Fue una relación larguísima, con AUC de por medio por motivos de una beca, pero antes vivimos juntos. El disco tiene mucho de dedicatoria.
Souvenir
La última canción que entró al disco. Originalmente a Fernando no le había gustado. Le dimos un tratamiento diferente, en término de relato es mucho más millenial que las otras canciones, por las palabras que ocupa.
Me llama la atención que la han escuchado caleta, la comparte mucha gente, me comentan que se han llorado toda la canción. Es heavy porque, muy frívolamente, es la canción que menos nos costó hacer, la grabé con el iphone. Pero no por eso uno le tiene menos cariño. A mí me emociona.
Luces en el Cielo
Declaro con total y absoluta certeza que es mi favorita del disco. Soy muy cabro chico con las cosas que me entusiasmo, soy de leer Wikipedia, ver documentales en Youtube, leer en Reddit. Y esta canción nace porque empecé a leer sobre la sonda “Pioneer” que se lanzó en los años setenta por la Nasa. Esta buscaba que volara hacia la galaxia más cercana a la nuestra, y que enviara imágenes de vuelta. La cosa es que, como va hacia otra galaxia, le pusieron una placa con una suerte de mapa para decir “aquí está la tierra”, y dentro va música del mundo, saludos grabados en muchos idiomas, dibujos de un hombre y una mujer. Es para decir también “estamos aquí”. Se perdió contacto con ella hace más de diez años, y debe estar flotando por ahí hacia su destino final, o alguien la agarró.
Y se mezcla con una historia ficticia y biográfica de una observación ufológica. Yo siempre miro el cielo, me gustan los aviones, y aquí me imaginaba de niño teniendo esta experiencia. La canción habla de un nosotros, hablándole a los ovnis esperando una respuesta, y por otro lado también hay como un pedido de ayuda.
La parte musical me gusta un montón porque parte con un beatbox. Al principio, lo que es como una conga cuica, soy yo con la boca y el celular. Y de ahí se fue sofisticado, puse un simple de la película Señales, con Mel Gibson. La elegí al final porque es la más diferente a todas, la más ajena.
