Un mix entre naturaleza y ciudad: Los Días Silvestres desgrana su EP debut

Desde el corazón de las arboladas tierras de Curicó nació hace un par de años Los Días Silvestres, un quinteto integrado esencialmente por Jorge Calvo, Pablo Oróstica, Pilar Vargas, Felipe Silva y Gino Navarro.

Tras darse a conocer con un par de singles en los meses en que nos empezábamos a acostumbrar a esa palabra llamada “cuarentena”, la banda lanzó a mediados de agosto su EP debut, un inspirador viaje que sobrevuela el dream pop con suaves arreglos vocales y colchones de sintetizadores que logra sumar nuevos colores al cancionero local de este extraño 2020.

“Culminar el proceso de este mini álbum fue bastante terapéutico, representa en lo personal la síntesis de una forma de ver el pasar del tiempo, y de vivir nuestros recuerdos a tiempo real desde una mirada contemplativa. Estar oscilando entre una capital cargada de ruido, congestión, paisajes grises y una sensación constante de supervivencia, y mi hogar en Curicó, cerca del campo, que por donde miras hay cerros, nubes y árboles, terminó inevitablemente hilando una historia que merecía ser expresada”, ahonda el guitarrista Pablo Oróstica, quien nos cuenta más sobre las historias detrás de las 5 canciones del EP.

Grandes avenidas 

La Alameda de Curicó está rodeada literalmente por álamos, mientras que en Santiago la Alameda está en gran parte rodeada de construcción.

También representa el hecho de estar disconforme de la realidad en la que estamos inmersos. Como país vivimos un montón de injusticias, y si bien nunca me he animado a escribir explícitamente sobre aquello, Grandes Avenidas me lleva a reflexionar sobre eso, quizás no directamente, quizás desde una mirada más universal, pero no deja de estar latente. Me gusta harto que, a varios niveles, sea una canción clever. Siempre la he sentido muy redondita, a diferencia de las otras que tienen una que otra escapada.

Niño 

La trama es simple y a la vez compleja. Se la escribí a mi hermano cuando era pequeño, creo que tenía unos 9 o 10 años. De muy chico le gustaba tocar piano y en esa edad ya estaba explorando harto. Me inspiré en esa búsqueda en la que él estaba a modo de juego pero que no quita que sea una exploración consistente a nivel musical.

Por otro lado no dejo de pensar y resignificar la canción en mí mismo y en que en esa exploración, está implícito un anhelo de volver a la infancia, un lugar de nuestro tiempo donde todo es más ligero. En ese sentido se conecta harto con la canción “Miel”. Quizá por lo mismo siento que tiene un temple tan suave, en varios aspectos, desde lo armónico hasta lo instrumental.

Anka 

Es bien efectista en su representación. El texto implica más un contenido de imagen que de una trama en particular, a pesar de que es si lo ves bien literal representa una persecución inmersa en un sueño, siento que la voz a ratos pasa a ser un ente instrumental que se mimetiza con un arreglo que, personalmente me lleva a lo salvaje, a lo más profundo de un bosque, a lo extremadamente frondoso.

Me gusta mucho que sea así, en todo caso. Me acuerdo que la creé partiendo mucho desde encontrarle su sonido al tiro. En el tiempo que hice estos temas programaba y simulaba harto baterías reales, entonces agarré de la maqueta de “Grandes Avenidas” el fill del coro, y con ese empujón fue suficiente para concebir otro mundo-canción.

Miel 

Es una canción cuasi-accidental. La cosa es que yo tenía una idea bien distinta de lo que sería esta canción y si bien no mutó sustancialmente en su arreglo, si en su significado. Casi que para mí antes esta canción representaba ese típico tema de relleno en un disco, y que su lírica no tiene ninguna temática de peso.

Pero con el tiempo entendí que “Miel” representa un lugar de refugio mental, donde hay espacio para la calma, la reflexión, el auto auxilio, aunque por fuera de tu cabeza estés pasando por una situación frustrante o tormentosa. Agradezco mucho que los cabros hayan querido dejarla como single. Creo que incluso ha marcado hacia dónde va el sonido de la banda a día de hoy.

Providencia.

La regalona de la banda totalmente, y tiene mucha historia detrás. Han pasado varios años desde que la hice y todavía no la termino de descifrar.

La primera palabra que se me viene a la mente es “inmensa”: Quizás tiene mucho que ver que dentro de la canción misma hay otra versión de “Providencia”, una versión más acústica, formato con el que nació este tema y que de no ser por la producción del Félix e inquietudes de la banda, quizá no habría conocido el rock. Lo agradezco caleta eso sí, la versión de ahora escapa de lo que pude imaginar para esta canción, supera mis expectativas y crece mi amor por este arreglo cada día.

“Providencia” me hace sentir muchas cosas a la vez. Cuando la escucho siento que estoy en una casa en medio de la nada, un poco deteriorada pero no al límite de ser abandonada, donde me quedé completamente solo buscando algo que claramente no es tangible. A ratos siento que se trata de vidas pasadas, o de un todo, esa sensación de que todo está conectado entre sí, en distintos niveles. Podría estar tratando de explicarla con millones de palabras, pero como dije antes, aún no la termino de descifrar.

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