Sábado 3 de agosto en Sala Metrónomo. Se alinearon los planetas, se juntaron los que saben: Asia Menor, Estoy Bien, Candelabro y Confío en tus Amigos se reunieron para una jornada que quedará grabada en los libros de la música alternativa en Chile.
Energía. Mucha energía. No cabía una aguja en una Sala Metrónomo repleta. Todos expectantes a quienes serían los encargados de abrir la “Mega Tocata”. Confío en tus Amigos dieron la bienvenida con “Surfing Caracol”, “Kung Fu” y “Mata al Facho”. Performáticos y con una energía desbordante, como siempre. Carta segura para comenzar arriba una fecha memorable.
Tras una breve pausa – a causa de un notorio olor a quemado – los confío siguieron con canciones como “Kill el presidente”, “Tonto” y “Éxtasis”. Se notaba un público entusiasta, con tímidos crowdsurfing (práctica creada, según muchos, por Iggy Pop en los 70 ‘s) y los primeros mosh pit a un costado de la sala.
Le siguió la sofisticación de Candelabro. Con una energía similar a los confío, el show comenzó con pogo. “Refugio II”, “Me acerca otro más”, “Dedo Chico” y “Señales”, hicieron saltar al respetable. Si bien el espectáculo iba dejando la euforia; la interpretación, complejidad y ensoñación de las canciones iba al alza. “Bonva”, “Piano a Piano” y “Madre” iban cerrando una – siempre bien ponderada – presentación de Matías, Javiera, Franko, Luis, Nahuel, María y Carlos.
El entre banda era la oportunidad para tomar un poco de aire, refrescarse e ir al baño. Sala Metrónomo estaba a toda capacidad y se volvía un tanto caótica, pero nunca desbordante. Si hasta se podía divisar a Mario Bross entre la multitud, nadie quería estar fuera de este magno evento.
Es el turno de Estoy Bien. Catarsis transformada en gritos, crowdsurfing, mosh y energía, mucha energía. La naturalidad de Benje, Mati y Pino, se combinaban con visuales de Family Guy, Subway Surfers y memes de antaño. El trabajo y la autenticidad se premian, la noche del 3 de agosto fue una reafirmación de aquello, el respetable no dejo de saltar y cantar en todo el show del power trio. Comenzaron con “Frente a Frente”, “Piel”, “Ahora”, y “El Sonido de las Campanas”, esta última con sentida dedicatoria a Simón Campusano, quien se encuentra de gira.
Tras una pausa de rigor, Mati comenzó a tocar Only In Dreams de Weezer. El trío tocó una sección de la canción del blue álbum y con ello anunciaron, sin más detalles, un show especial donde lo interpretaran de principio a fin. El desempeño rítmico de Pino se robaba la película a ratos, pero como toda triada es equilibrada, el talento de los tres brillaba en cada canción. En “Piedra” invitaron a la cantante Tam Rivas y le siguieron “Apoyo Emocional”, “Vuelves” y cerraron con “Lo Difícil Se Hizo Largo”.
El final se acercaba. Y por si fuera poco, el broche de oro serían los ganadores del Pulsar, Asia Menor. Los decibeles aumentaron. Sin tanta performance, los temuquenses llenaron cada espacio con su virtuosismo y ensordecedora sinceridad. “Nueva II” y “Defensa / Cortar” fueron las encargadas de comenzar el fin. La tónica de la noche fue muestra de cariño en lenguaje musical, sin mucha interacción con el público más que entregar un espectáculo de calidad y demostrar sobre el escenario la comodidad de hacer algo que emerge desde las entrañas. La comodidad de lo sincero.
“Tesela”, “1920” y “La Naturaleza” siguieron hilando la histórica noche en Metronomo. Y como si no fuera la cuarta banda de la jornada, incesantes mosh y uno que otro crowd surfing seguían alimentando de energía a la sala. “Patio”, “Nueva VI” y “Doce” cerraron el telón entre palabras de agradecimiento.
Es una alegría inmensa ver cómo estas bandas, que abarcan desde el nerd rock hasta el post hardcore, han logrado llegar a este momento. Un evento que representa mucho más que una simple presentación; es un hito para la música alternativa e independiente chilena, demostrando diversidad y profundidad más allá de los géneros y etiquetas.
La alta demanda de entradas y el lleno total de Sala Metrónomo es un testimonio de que la música independiente puede llenar espacios importantes y que hay un público dispuesto a apoyar estos proyectos. Aprovechar esta energía en el momento adecuado, a pesar de los temores, es algo que debe celebrarse y seguir fomentando. Esta experiencia demuestra que, aunque el camino es cuesta arriba para la independencia, el resultado es bello, caótico y necesario.
