Cientos de personas vestidas de negro haciendo fila en la calle Aníbal Pinto, de Concepción, para el show de Easykid. marcaban un claro adelanto de la entrega total que se vería en unas horas más por parte de toda una fanaticada. Mejor dicho, de todo un culto.
La sorpresa no desaparecía de quienes veíamos este fenómeno desde afuera al observar que aquella fila que avanzaba desde las 20 horas, gracias a la apertura de puertas, parecía nunca acabar. Gorros con cachos y outfits ad hoc a la darkera avanzaban por el mejor lugar posible.
De esa forma poco a poco la ya icónica Bodeguita de Nicanor se fue llenando hasta que cada espacio del primer y segundo piso no pudo más. Reflejando una fidelidad incuestionable que nos hacía preguntarnos: ¿Qué tiene el artista antofagastino para recibir tal entrega?
Una interrogante que se respondió por sí sola esa noche.
A eso de las 20:40 comenzó la fiesta con la aparición de Luzio, quien se encargó de calentar el ambiente con diversas canciones de su repertorio y con apariciones de exponentes de la zona.
Ya para las nueve y media de la noche, con una puntualidad que la ansiedad de cientos agradecieron, salió Easykid. El dueño de la Darkera con “-10” de fondo, con su sola presencia provocó gritos y nostalgia por su álbum “+Xqa”
Así transcurrió una noche que repasó gran parte de los éxitos de Easykid, y que el culto cantó de principio a fin como si ellos mismos hubieran escrito cada una de esas canciones.
“Quiero agradecerles a todos ustedes por estar acá, por ser parte del culto. Este año hemos crecido un montón. Los que están desde el inicio, los que están hace años, los que están desde hace poco que se sumaron en la Darkera, sean todos bienvenidos al culto.” fueron las palabras que dedicó Joaquín Palacios en esa noche inolvidable para muchos, incluso para él.
Pantallas grandes con diversas gráficas parte del concepto visual del artista complementaron canciones como “619”, “Tranqui Mai”, de su último EP “Días antes de la darkeray las de su álbum lanzado en julio, “Pa Que Pichea”, “Cristina”, “Siempre Pienso en Ti”.
Las demostraciones de amor tampoco estuvieron ajenas a la jornada. Dibujos, autógrafos y un peluche en miniatura del cantante fueron los momentos que marcaron el show y dejaron ver cómo el carisma y la cercanía del Easy era más que correspondida.
El final de una noche que nadie quería que acabara se acercaba, con una hora de show el cantante ya se estaba despidiendo de su gente hasta que en unísono se pidió una canción que hasta el momento no había salido en el set list: Vea Pues.
Los gritos no cesaron hasta que el tema por fin sonó, siendo este el último regalo que Easykid le dio a su querida gente en una noche que quedará en la memoria de una fanaticada. Una espera paciente, desde bien temprano, que se tradujo un encuentro que superó las expectativas en todos los sentidos y demostró una vez más porque el culto siempre gana.
