Lollapalooza Chile 2023, día 3: Una cita con las guitarras

“Forever, and ever. Let’s make this lasts forever”, se escuchó con fuerza en el escenario Aldea Verde. El hit de Blink-182 pudo escucharse aquel domingo en medio de la presentación de Gufi. Horas después ese canto se volvería a repetir durante el show de Twenty One Pilots.

La baja de los californianos fue dura. Sin embargo, la jornada tenía credenciales con qué defenderse para cerrar la edición 2023 de Lollapalooza Chile. Una cargada por las altas temperaturas, lo que no fue el único desafío del día.

Muchos viajaban por el metro cuando un rumor comenzó a asomar en redes sociales: el cambio de horario de Yungblud y Pánico. La banda chilena tocaría más temprano en el escenario Banco de Chile, mientras que el inglés se trasladó al escenario Axe a las 19:30 horas, debido a un retraso en la llegada de sus equipos. Eso también motivó el movimiento de los horarios de los escenarios principales.

En las primeras horas del festival, el tránsito fue tranquilo. Recién a las 13:45 se escucharon las primeras guitarras de la jornada a cargo de Spiral Vortex. Mientras tanto, en el Aldea Verde, Plumas desplegaba su estilo y energía presentando Sobre el Júbilo y la Pena, junto con Ángelo Pierattini, Liricistas y Denise Rosenthal como invitados. Una tónica que se repitió en los shows de artistas nacionales: el apañe colectivo para dar espacio a sus pares en una tribuna tan importante como Lollapalooza.

Pasaron un par de horas para que se observara el primer show masivo. Alex Anwandter, junto a una renovada formación, presentó tanto éxitos de su carrera solista como los dos adelantos de su próximo álbum “El Diablo en el Cuerpo”. A pesar del amenazante calor, que nuevamente atacó con fuerza, hubo ánimos para bailar y llorar. 

Minutos después fue la hora del bloque “nostálgico”. Después de más de una década, y sin contar su presentación en Trotamundos de Quilpué en el marco de su sideshow, Pánico volvía a los escenarios, con una enérgica presentación que motivó el mosh en las primeras filas. Mientras tanto, en un escenario más chico, Gufi sorprendía en niveles de convocatoria: el Aldea Verde stage les quedó chico con un público que cantó con fuerza “Por ella” y “Eso es todo lo que soy”.

El indie se hizo presente entrando a la tarde con Wallows, que convocó a un número no menor de jóvenes, muchos de ellos dirán presente en su sideshow este 21 de marzo en Matucana 100. Horas después, y en el mismo Costanera Center. Los estadounidenses lograron saldar la deuda con el público chileno, ya que estaban confirmados para la edición 2020 de Lollapalooza. Así también los británicos de The 1975, quienes se fueron a la segura con un show marcado por canciones coreables y sin necesitar tanto aparataje y elementos externos como en su anterior visita a Chile. Solo bastó la voz de Matt Healy, y una generosa petaca. 

Antes de que aparecieran los británicos, Jane’s Addiction volvió a presentarse en Lollapalooza, esta vez sin Dave Navarro por motivos de salud, siendo reemplazado por Josh Klinghoffer. “Es un buen momento para vivir en Chile”, señaló Perry Farrell haciendo un guiño al Presidente Boric. En paralelo comenzaba en el escenario Axe el show de Yungblud, uno de los diamantes en bruto de la música británica.

La comunión de guitarras continuó con uno de los shows más esperados. Ante toda adversidad, Tame Impala desplegó una emocionante presentación para quienes veían a la banda por primera vez, acompañada por un atrapante juego de luces y lásers. Todo esto advertido por una supuesta doctora, quien en un video introductorio se fue desvaneciendo. Esperamos que nadie haya sido víctima de la pálida, al menos en ese momento. Con muletas y poca movilidad, Kevin Parker cumplió y el público se lo agradeció, esperando un bis que a momentos se vio que no sucedería. Sin embargo, “The Less I Know the Better” y “New Person, Same Old Mistakes”, cerraron la fiesta entre una lluvia de confeti.

Un pequeño retraso en el inicio de Twenty One Pilots comenzó a generar temor en aquellos que vivieron el breve show de Drake 24 horas antes. Bomberos y camillas se acercaban al escenario para socorrer a asistentes que necesitaron de atención. Tyler Joseph y Josh Dun saltaron al escenario en un inicio más o menos tibio, pero los estadounidenses comenzaron a agarrar confianza y desataron la fiesta que merecía cerrar Lollapalooza 2023. Junto a una potente banda, una de las novedades con respecto a su última visita en 2019, los oriundos de Ohio cumplieron con lo que su fanatizada esperada: escalar a una alta tarima instalada a metros del escenario, y baterías tocadas sobre el público. Pero además hubo guiños a la música chilena: un trompetista interpretó “Loca” de Chico Trujillo y “Mira Niñita” de Los Jaivas. Pero también hubo espacio para saludar a Blink-182, interpretando “First Date”, tal como sucedió en la tarde.

A pesar de las jornadas extenuantes, truncadas a veces por el calor, los empujones u otros problemas que pueden ocurrir alrededor, la experiencia de los festivales es única y fugaz: es alegría, reencuentro, euforia pero también llantos, incluso a la vez. Son momentos en que uno recuerda a la versión más joven de tu persona que deseaba corear “Let it happen” o “Por ella”, y decirse para adentro: “misión cumplida”. Son esa clase de citas, que tal como decían los ausentes Blink-182, uno desearía que durara para siempre.

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