Fernando Milagros se presentó ante un lleno Teatro Nescafé de las Artes donde mostró parte de su nuevo trabajo de estudio titulado como “Serpiente”. Además, también aprovechó la ocasión para repasar su carrera cómodamente e interactuar de manera muy directa con su público que lo acompañó con mucho cariño en las casi dos horas de música.
Para armonizar la velada, el conjunto emergente nacional “Dúo Pajarito” brindó una muy simpática presentación donde reinterpretaron sus boleros de la forma más picarona posible gracias a las cantautoras Amaia De Arteagabeitia y Fiona Murillo, quienes acompañadas de dos guitarras y un cajón peruano se fueron entre aplausos por su amistosa presentación.
20:33 y se abre el telón. El Nescafé se nubló en una mística atmósfera causadas por las coloridas proyecciones de una naciente fauna. Fungis, pasto, y brotes naciendo al mismo tiempo que la banda interpreta una cumbia comandada por un sintetizador muy retro -tipo juegos arcade- dieron forma a un preludio de casi diez minutos para recibir a Milagros, quién vestido con una especia de túnica color roja, dio el visto bueno para dar por iniciado el show.
Combinando su música con sonidos de raíz más inclinados hacia el altiplano, Fernando Milagros puso toda la carne a la parrilla: y sin preámbulos, el músico chileno mostró sus nuevas composiciones decoradas con un increíble juego de luces que en ocasiones encandilaban a quién mirara al escenario. “Serpiente” fue aprobada e hizo al teatro ponerse de pie. Además, el vibráfono, que estaba muy presente en las primeras canciones, tanto así que lograban encerrar el Nescafé de las Artes en una psicodélica atmósfera, fue la guinda de la torta.
Un punto importante: los vínculos eran palpables. Y Milagros mostró su lado más amistoso al momento de invitar a Catana para agregar dejos soul al momento de entonar con fuerza un “tengo una revolución en mi corazón” en “Antirrevolución”, que con una suave proyección de fondo dejó los aires encendidos.
“Lo que viene ahora es un poco difícil”, dijo por otro lado Milagros antes de tocar “Ojos de aceituna”, cual empieza leyendo y dio por iniciado el momento tranquilo de la noche. Para después dedicar su manifestante “Nahual” al agua de Chile y afirmar tajantemente que la preocupación contingente debiera ir dedicado a ello. Todo estaba en expresar, compartir y comunicar. Todo estaba basado en una buena relación amistosa y por qué no decir concientizar, ya que después de la colaboración -y para calmar las revoluciones- invitó al público a escoger la siguiente canción, cual fue “Río”.
El telón bajó y él, solo, se sentó al borde de las tablas. Se respiraba lo íntimo. Y cabe mencionar que la sorpresa de la noche, curiosamente, fue “Reina Japonesa”, su más exitoso tema. Ya que para agrandarlo y armonizar, el músico invitó a la Compañía de Teatro La Chingana para que se sentaran con él y cantarla en comunidad. “El otro día iba caminando por Lastarria y en una esquina habían unos chicos cantando una canción que se me ocurrió viendo tele”, dijo para explicar el por qué del inevitable momento que fue celebrado con risas y felicitado a través de los múltiples aplausos que condensaban la unión .
Fernando Milagros aprovechó al máximo el escenario de Manuel Montt. Jugó y coqueteó con nuevas dinámicas y disfrutó su momento compartiendo con todos los asistentes que estaban con él y lo expresaron con enérgicos aplausos. Él y ellos y nada más que ese lazo musical que mantiene todo unido.
Setlist
- Intro Serpiente
- Baila Teresa
- Nube blanca
- Cual es el secreto
- Serpiente
- Antirrevolución
- Ojos de aceituna
- Nahual
- Tú
- Carnaval
- Puzzle
- El río (pedido del público)
- Reina japonesa
- La Diana
- Oceano
- Querido enemigo
- Ay de mí
- Av. Perú