FESTIVAL SIDERAL III: Una experiencia en primera persona

 

Intenté escribir una reseña objetiva, pero la emocionalidad de mi corazón roto lo invadió todo. Lo siento, chicos. Escribo para exorcizar las penas y para pasar gratis a tocatas tan bacanes como la tercera versión del Festival Sideral.

Hace aproximadamente un año el Colectivo Sideral se conformó con el objetivo de crear proyectos que fortalezcan los lazos entre la música independiente latinoamericana. Persiguiendo este afán es que nos traen de vuelta a Las Ligas Menores (ARG) en la tercera versión de su homónimo festival. Además, como locales jugaron Los Valentina, E.C.S.D.L.Q.H.P. y Chini and The Technicians. Yo nunca he visto un partido de fútbol completo, pero grité tanto o más como mi hermano un domingo frente a la tele.

AL SIGUIENTE NIVEL

Llegué a la Sala Bunster en Matucana 100 cuando Chini and The Technicians ya estaban tocando. Pensé dos cosas. Primero, dónde Chini Ayarza habrá comprado esos preciosísimos pantalones rayados, y segundo, en Javiera Mena durante su último caupolicanazo, cuando antes de cantar Al Siguiente Nivel dijo: “quiero invitar al escenario a una muchacha muy joven y talentosa que me enamoró con su voz”. Y es que justamente eso pasa cuando escuchas cantar a Chini, olvidas hasta corear la letra del asombro. Desde el futuro presente traigo de nuevo las palabras de Mena, porque Chini y compañía “va con la dirección de mi generación, que va pasar al siguiente nivel”.

Muy importante recordar que un pedacito de la banda y de nuestro corazón (sí, hablo por todos) anda de gira por Alemania. Qué felicidad. Un abrazo para la Niña Tormenta y a toda la Matinee Uva Robot. ¡Vuelvan pronto!

Ya casi al final de la media hora de Chini and The Technicians me encontré con arroba cabritalesa junto a talentosísima escritora nacional. Me pegué a ellas mientras Chini repetía “te juro me muero amiga, te juro me muero amiga, te juro me muero amiga”. Miraba a cabritalesa junto a talentosísima escritora y me repetía lo mismo. Puras ídolas.

A la espera del siguiente show, talentosísima escritora nos regaló dos cosas muy valiosas. Mariguana para mayor gozo y la certeza a la posibilidad de ser periodista escritor y que no falte mariguana.

Comenzaron Los Valentina y no pasaron más de dos canciones para verme tipeando: “Amiga, Los Valentina son mi nueva banda favorita”. La última vez que los vi en vivo fue en Rojas Magallanes hace un par de años. Aunque trate de frenar el tiempo, es innegable que pasa, todos crecimos, pero ellos mucho más. Ese sentir me dejan sus canciones. El matemático paso del tiempo, indómito. Una pena media disfrazada de pop, sin pretensiones, nostálgica pero amable.

Terminó otra media hora y enfrento la oposición entre la apacible pena de estas canciones y el violento frío de Santiago. Decidí guardarme en la Sala Bunster a esperar El Cómodo. No

recuerdo la última vez que los escuché en vivo, pero dudo que olvide esta.

Conducido por la sensibilidad de mi herido corazón que bombeaba THC, me ubiqué al fondo de la sala. Después de unas canciones me reencontré con cabritalesa, le dije: “Lo estoy pasando demasiado bien”. Compartimos sufrimientos, gritamos canciones y coincidimos que escuchar El Cómodo Silencio de los que Hablan Poco es recorrer la película más bella nunca antes hecha por los Estudios Ghibli. Pop análogo y honesto, de canciones que pueden ser tan intimas como épicas.  Mano en pecho vociferábamos: “La idea de un futuro sin dolor, se hará real, solo espera”.

EXPERIENCIA Y CONTRADICCIONES

Anabella Cartolano, María Zamtlejfer, Micaela García, Nina Carrara y Pablo Kemper volvieron desde Caballito, Buenos Aires, para cantar y saltar en el frío otoño santiaguino.

 A finales del 2016 Las Ligas Menores nos visitaron por primera vez con su homónimo LP (2014). En 2017 se presentaron en el Festival Coachella en California y en BUE de vuelta en Argentina. Y este año, tan solo hace un par de semanas, estrenaron su nuevo álbum “Fuego Artificial”, por la familia de Discos Laptra.  

Nunca había visto a Las Ligas en vivo. El 2016 escuchaba a ratos su disco, pero creo me faltaban dolencias para apreciarlo. Empezó el show y el frío terminó. Cachetes colorados y bufanda con chaqueta en el brazo. Las mujeres adelante, los hombres atrás; todo con naturalidad.

La primera parte del show estuvo cargada a las nuevas composiciones, que conservan una línea con las melodías de su primer trabajo, pero con cuatro años más de experiencia y contradicciones.  

ay qué dolor, prefiero dormir todo el día de hoy

sin pensar en las cosas que tengo que hacer

quedarme acá guardada de todo

ni siquiera una canción puedo escuchar hoy

Ni una canción – Las Ligas Menores

Conozco a muchos que no gustan comparar los discos de sus bandas favoritas. A mí me encanta, es como leer una bitácora de viaje, con todos sus avances y objeciones.

Los cambios nunca acaban. Crecer es un sin sentido de procesos nuevos y añejos. Somos coetáneos en nuestro intento y error. Ya terminando el show pensé mucho en esto, cuando dieron inicio a los clásicos y saltaba mi corazón roto abrazando todas nuestras incongruencias.

que todo terminó, no te necesito

no hay más que cantar hoy,

me voy a escuchar un disco

Accidente – Las Ligas Menores

 

 

Por Patricio Toro / Agradecimientos a Tímida Producciones por las fotos.

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