Iron Maiden comenzó la gira mundial de apoyo a su más reciente obra de estudio “The Book of Souls” en el estado de Florida en febrero del 2016 y 17 meses después, tras recorrer Norte América, Sur América, Oceanía, Asia, África y Europa presentando 117 conciertos en 36 países, regreso a Estados Unidos para concluir la titánica hazaña que significa una producción de semejante envergadura.
A eso de las seis de la tarde la anticipación en las afueras del Barclays Center en el corazón de la comuna de Brooklyn era obvia, miles de seguidores de la banda habían empezado a llegar en transporte publico, en auto, e incluso a pie desde puntos aledaños a la arena. En la calle, entreverados con la gente del sector, fácilmente se distinguía la gran multitud de rockeros vestidos en camisetas estampadas con las diversas mutaciones de “Eddie”; El épico y adorado personaje que simboliza al sexteto británico. Algunos de los seguidores de la banda mas antiguos orgullosamente vestían camisetas de previos tours como medallas de honor y lealtad. Mientras que la nueva generación de seguidores, entre los cuales habían muchos menores de edad que fueron al concierto con sus padres, llevaban puestas camisetas de “Book of Souls”. Todos igual de fanáticos eso si, a pesar de la diferencia en edad y generación.
Terminado el set de apertura de la banda “Ghost” que acompañó a Iron Maiden en este ultimo tramo de la gira, el show inició puntualmente a las 20:50 de la noche con la canción “Doctor Doctor” del legendario grupo británico “UFO”.
El público inmediatamente desató su euforia porque el evento principal ya estaba por comenzar, y luego de un breve video e interludio musical finalmente se escucharon los primeros acordes de “If Eternity Should Fail”. Con esta introducción, Bruce Dickinson apareció lentamente en lo mas alto del escenario, de la oscuridad… como un brujo recitando un encanto y revolviendo su caldera; y al primer verso el resto de la banda también se pronuncio sobre el escenario tras una fuerte explosión y llamaradas pirotécnicas. El intenso calor de las enormes llamaradas se sintió a quema ropa sobre el público.
Así, con una fuerte y dinámica salida al escenario, Dickinson y sus camaradas, Adrian Smith, Dave Murray, y Janic Gers (guitarras y coros), Steve Harris (bajo y coros), y Nicko McBrian (percusión) dieron puntapié a un espectacular concierto que incluyó 15 canciones en total. Abarcando la extensa trayectoria de su carrera, los británicos seleccionaron diestramente de su amplia discografía para definir la variada lista de canciones que incluyeron en el show.
En resumen, interpretaron seis canciones de “Book of Souls”, dos de “The Number of The Beast”, y una de “Iron Maiden”, “Killers”, “Powerslave”, “Piece of Mind”, “Fear of The Dark”, “Somewhere in Time”, y “Brave New World” respectivamente. Fue un toque de gracia sumamente bien acertado que complació a todo el publico por parejo, tanto los adultos como los jóvenes se notaban felices y contentos con el repertorio y la energía del espectáculo.
No cabe ninguna duda que Iron Maiden es una banda de primera categoría en todo aspecto. No obstante, el asistir a uno de sus conciertos es una experiencia muy fuera de lo común que deja lo siguiente en claro. Si se considera el hecho que hace solo dos anos atrás la carrera de su energético e incansable vocalista, y consecuentemente el futuro de la banda, peligraba debido al diagnóstico de cáncer que este tubo que enfrentar.
La verdad es que es simplemente espectacular e impresionante ver como con Dickinson al timón, el resto de la agrupación también se entrega por completo durante el show. Cada uno de ellos demuestra que lo pasan bien tocando para su publico, lo hacen con amor y con mucho humor, corren, saltan, y bailan en un constante ir y venir que cautiva. Derrochan y comparten una energía sumamente contagiosa y entretenida como pocos pueden hacer.
Al cerrar la noche Bruce agradeció al equipo técnico de la banda que hizo posible este capitulo de “Book of Souls”, y también dejó saber que ya están haciendo planes y programando para el futuro. “Hay cosas que por el momento no puedo mencionar… pero son cosas muy buenas y volveremos para compartir con ustedes lo antes posible” dijo el vocalista empapado en sudor; y procedió a despojarse de toda su ropa hasta quedar en calzoncillos. Le regalo todo al público: poleron, pantalones, camiseta, botas, calcetines. Todo. De esa manera se despidieron hasta la próxima vez.
Setlist:
If Eternity Should Fail
Speed of Light
Wrathchild
Children of the Damned
Death or Glory
The Red and The Black
The Trooper
Powerslave
The Great Unknown
The Book of Souls
Fear The Dark
Iron Maiden
—-
The Number of The Beast
Blood Brothers
Wasted Years
