Richard Ashcroft y su debut en Chile: La música es poder

Puntual a las 21:00 las luces de un lleno Teatro Caupolicán se apagaron para dar anuncio de la llegada de Richard Ashcroft con sus músicos al escenario. Su último disco, These people, fue el encargado de traerlo por primera vez a Chile para presentar tal disco y repasar, obviamente, sus temas más exitosos como solista y con su ex banda The Verve.

Más de seis mil fanáticos se congregaron en el lugar para ver por primera vez al inglés que se presentaba con un polerón rojo y sus característicos lentes de sol. De fondo se podía apreciar dos banderas de Chile, una de ellas con el escrito “Music is power”.

La encargada de inaugurar la velada fue “Out of my body”, el primer track de These people, ante cientos de flash de los espectadores. Seguido suena “Space and time”, rememorando los viejos tiempos de The Verve. El público lo aplaude, muchos están ahí para recordar el pasado y corear sus éxitos con su anterior banda. Luego el músico llega con “Break the night with color”, canción que le sirve para interactuar con el público que estaba en las primeras filas. Toma una bandera que le pasa un fanático y se la cuelga en el bolsillo trasero de su pantalón para seguir cantando y bailando de un lado a otro del escenario. Luego se quita los zapatos y los calcetines. Acto seguido, Richard Ashcroft está descalzo sobre el escenario sin importar nada, convirtiendo el show en algo más íntimo y cercano.

Con “They don’t own me”  dejó a más de uno sacando aplausos. Con “This is how It feels” agradece los regalos que le han hecho y que ha visto las fotos que han subido con él en Instagram. Después de esto aparece “Music is power”, para la cual muestra la bandera que le dio un fanático previo al concierto. Todo comienza de forma acústica para luego llenar todo el lugar de música, euforia, coros y los movimientos de manos del frontman de The Verve. Al final, Ashcroft subo a una plataforma detrás de la batería y levanta los brazos. Es una estrella y se roba los flashes.

Acto seguido, suena “Sonnet” para convertirse en una de las canciones más coreadas de la noche junto con “Lucky Man”, evocando la mejor época del brit pop y recordando a una de las bandas más influyentes de la época. Dos canciones que están en el consiente colectivo. Había un repetido recuerdo a los 90’s y a los vídeos musicales que eran vistos en el canal 2 o, en algunos casos, MTV.

La canción más energética y ruidosa de la noche fue “New York”, la cual fue advertida previamente por Ashcroft. Recomendó a algunos salir del teatro y fumarse un cigarro. Pero sinceramente, ¿quién tiene el alma para salir en la mitad de un concierto a fumar? Antes de salir del escenario, la banda toca “Lucky Man”, convirtiéndose en una de las mejores interpretaciones de la noche. En el aire había polvo, se había abierto el baúl de los recuerdos y las emociones eras infinitas.

richard-ashcroftDespués de una breve pausa, Richard aparece solo en el escenario acompañado de su guitarra para interpretar un mini set acústico, en el cual toca “A song for the lovers”, y un mix con “History” (para sorpresa de muchos) y “C’mon people (We’re making it now)”. También suena “The drugs don’t work”, pero a mitad de la canción aparecen los músicos para hacer un desenlace más sonoro y resonante.

Finalmente, Richard Ashcroft se para frente al público para presentar “la mejor canción de todos los tiempos”.  Es ahí cuando el público vitorea y encienden las cámaras y celulares para inmortalizar el momento, pero que mejor que inmortalizarlo con ojos propios. Los acordes de violines de “Bitter sweet symphony” envuelven el lugar en una atmósfera única en la cual suena una canción tan icónica como esa. La gente canta junto a Richard la canción que muchos tuvieron en sus mp3 y en sus celulares, e inclusive la tuvieron de ringtone. El cantautor entregó el micrófono a varios fanáticos para que corearan un par de líneas de la canción, convirtiéndolo en un momento inolvidable para ellos. Se anunciaba el final del concierto, del esperado concierto del larguirucho líder de The Verve y no se podía creer. Un buen concierto con un excelente setlist que puede llegar a ser uno de los mejores conciertos del año. El nivel musical de Ashcroft es imposible de negar y que logra con mérito propio, demostrando una vez más que puede desligarse por completo de su anterior banda para brillar con luz propia con sus temas como solista.

La calle San Diego se ilumina con las luces de neón del Teatro Caupolicán y con miles de personas que salían del lugar con una sonrisa. Hay una sensación de saciedad. Es algo que se puede tachar de la lista musical de cada uno: “Vimos a Richard Ashcroft”.

Setlist:

  1. Out of my body
  2. Space and time
  3. Break the night with color
  4. They don’t own me
  5. This is how it feels
  6. Music is power
  7. Sonnet
  8. Science of silence
  9. These people
  10. New york
  11. Lucky man

(Encore)

  1. A song for the lovers
  2. History / C’mon people (We’re making it now)
  3. Check the meaning
  4. The drugs don’t work
  5. Hold on
  6. Bitter sweet symphony

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