Podríamos decir que fue tan potente, que el otrora lider de los míticos Sex Pistols quedó con un hilo de sangre corriendo de su frente en el debut de Public Image Limited, la otra banda de culto que formó en 1978 y que nos dejó alucinados esta noche de domingo en la Discotheque Blondie.
Esto ocurrió al momento de que John Lydon (o Johnny Rotten) y los suyos volvían al escenario para interpretar el bis de la jornada, cuando de pronto una botella de Cerveza saltó, llegando directo hasta la frente del cantante, lo que lo dejó con la cabeza herida. Acto seguido, mientras guardias intentaban echar del lugar al pelotudo que lanzó el objeto, el asistente de Lydon llegó con una toalla que acompañó al músico en la interpretación de las últimas tres canciones: “Public Image”, “Open Up”y “Shoom”, dando cara frente a una situación que pudo haber terminado mal. (Aquí un video de ese momento)
Una postal que hizo más particular una noche de por sí especial: todo empezó con una hora y media de atraso, al parecer porque los músicos llegaron tarde, lo que atrasó la prueba de sonido y los arreglos preliminares. La meca del indie/new wave/post punk de Santiago, la Discotheque Blondie estuvo a la altura con una playlist llena de éxitos típicos de sus noches (desde “Psychokiller” de los Talking Heads, hasta “Killing an Arab” de The Cure), con su capacidad casi a tope con un público muy diverso, entre los que figuraban punks trasnochados, amantes del new wave con su tenida lista para ocasión, nuevos indies y curiosos melómanos sub 20 y una cruza generacional de músicos, desde Yogui Alvarado (Emociones Clandestinas), Claudio Narea, hasta jóvenes como integrantes de Survey Team, Amarga Marga y Poder Fantasma.
Cuando el reloj ya marcaba las 21 horas, apareció el baterista Bruce Smith, seguido por el resto de los integrantes que arrancaron con todo con “Albatross”, acelerando la máquina hasta alcanzar sus peaks cuando llegaron los hits “This is Not A Love Song” y “Rise”, pasando por varios temas de su último disco What The World Needs Now… (2015), y un clásico como “Religion” que se extendió con los solos de cada uno de los músicos, entre ellos, el guitarrista Lu Edmonds quien tocó sus cuerdas con un juguete con luces (de los que venden en la Alameda).
Alta noche en la que Lydon demostró con creces su valía como uno de los tipos más inspiradores, que trascendió más allá de la banda que lo transformó en camiseta y que sigue haciendo de las suyas sin tener que ser una pálida imagen de lo que alguna vez fue: la rabia es esa energía que sigue viva en sus ojos.
