En carne viva: Camila Moreno en el Teatro Cariola (07-08-2015)

Euforia en el ambiente. Esta es una noche especial, y no sólo por todo lo obvio que sucede en un concierto. El Teatro Cariola está en estado de plena condensación. No sólo también porque murió uno de los personajes más nefastos y oscuros de la historia de Chile, Manuel ‘Mamo’ Contreras. Si los músicos sobre el escenario no sabían de eso mientras se realizaba el show, quizás ese feliz rumor que circulaba en el público empujo a que existiera entre todos una excitación especial. Porque conciertos como este no se repetirán.

Nunca antes, en muchos años tal vez, un lanzamiento de un disco había tenido tanto sentido. Ni esos conciertos épicos de músicos pop como Electrodomésticos y Jorge González en el Teatro Municipal han llegado a la altura en la cuidada preocupación por los detalles, como lo fue la cita del pasado viernes en el recinto de calle San Diego. Primero, lo esencial: el rigor estaba en mostrar “Mala Madre”, la notable tercera placa de Camila Moreno que sonó con extrema prolijidad a cargo de su eficiente banda que pasaba de los instrumentos electrónicos y aparatos raros como el theremin, a la simplicidad del pandero con igual estímulo y fuerza, con un fondo de un cuarteto de cuerdas que otorgó más potencia aún a la cita.

Fotografía por Rodrigo Avilés / FanPage Camila Moreno
Fotografía por Rodrigo Avilés / FanPage Camila Moreno

Lo principal fue la actuación de la dueña de la casa de esta noche: La entrega de Camila Moreno fue total. Pocas veces se ha visto a una artista desnudarse en público -en todos los sentidos-, con el alma en las manos, la cantautora desgranó cada una de sus piezas: de la rabia y la furia de “Bathory”, “Piedad” o “Ya no tengo cuidado”, a la fragilidad de su autodenominada “trilogía del despecho”: “Lo cierto”, “Te quise” y “Sin mi”. A la suma se incluyó la participación de voces invitadas como Natisú y Fernando Milagros, quienes la acompañaron tanto sobre el escenario, como en el emotivo intermedio en el que la banda completa subió al balcón del Cariola, para cantar dos canciones levemente amplificadas por un micrófono. A la tercera salida, la energía general llegó a un climax que culminó cuando Moreno se lanzó al público.

Una performance completa que se tradujo en un efectivo show de 21 canciones, que dejó al público “peinado para atrás”. Incluso en el momento previo al concierto, mientras un murmullo de sonido acompañaba una proyección de un texto en el que se presentaba a una lista de mujeres consideradas “malas madres” en Chile -personajes malditos de nuestra historia reivindicados esta vez, luego de años y décadas de injusticia por parte de medios inconscientes, como las poetizas Gabriela Mistral, Cecilia Vicuña y Stella Díaz de Varín.-, dos personas vestidas con una túnica repartían piedras silenciosamente en todo el teatro.

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Puede parecer algo triste: conciertos así se pueden hacer muchísimas veces con una prolijidad similar, pero la magia que se produce con un público hace que la jornada sea única e irrepetible. Esas 1500 personas al menos ya saben que Camila Moreno esta por sobre el promedio de los artistas chilenos que dan vueltas el planeta por estos días .

Bonus track

El medio Mínimo de Memoria subió el concierto completo grabado desde el público, material que compartimos acá.

 

*Fotografía de la portada del post, por Rodrigo Avilés, compartida en el FanPage oficial de Camila Moreno. 

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