Aquel abrazo: Caetano Veloso en Chile (05/11/2014)

Lo diré, aunque suena muy nerd: el Caupolicán se vistió de gala, para recibir al gran Caetano Veloso. El detalle es porque de verdad, no es una visita menor. Es uno de los tipos más influyentes de la música brasileña y que, desde los ’60 hasta la actualidad, no ha querido quedarse quieto y siempre sorprende con nuevos discos frescos y llenos de buenas canciones que ayudan a la vida más que las pastillas. Cada uno de estos aspectos, aunque suenen exagerados, se me confirmaron al pasar las dos horas del concierto que brindó este artista con teatro lleno.

Puntualmente, a las 21:30hrs. y tal como lo dictaba el ticket, comenzó el show del bahiano acompañado por BandaCê, un trio de guitarra, bajo y batería que lo acompaña desde el 2006 y que le restó unos buenos años de edad, brindándole un sonido potente, fresco y juvenil. Ya me lo decía un amigo al comentar el show: no es una banda de adolescentes intentando estar a la altura de un músico de edad. Es Veloso quien se acompla a su gente y se entusiasma al ser el frontman de una banda, que salta, comparte con el público y apoya a los suyos cuando llega el turno de destacar con un solo.

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El carioca no nos visitaba desde el 2010, y la deuda fue pagada con creces, realizando dos bises contundentes en éxitos coreables para el público, con temas como “A luz de tieta”, “O Leaozinho” y “Você Não Entende Nada”. Siendo el Caupolicán un recinto con muy buena acústica, también cabe destacar el excelente sonido logrado por Veloso, a quien se le entendió cada palabra dicha y los instrumentos brillaron por igual. Un hecho que me hizo pensar en la comodidad de quienes estaban cerca de mí: una familia integrada por personas que iban de los 17 a los 70 años, quienes lo más seguro es que no tengan la costumbre de asistir a conciertos. Por ende, aquella estridencia que podría haber sido molesta cuando el rock se hace presente, para estos asistentes no fue ninguna incomodidad: no habían acoples, ni distorsiones que llegan al ruido.

En esta ocasión, Caetano dio énfasis en su repertorio a los temas de “Abraçaço”, su último disco lanzado el 2013, cuyos temas fueron aplaudidos casi a la par de los más populares. Sin embargo, para muchos lo más inolvidable de la jornada fueron los instantes de mayor complicidad con el público, como cuando interpretó casi a capella “Tonada de Luna Llena” y “Desde que o samba é samba” en la parte final del concierto, momento que arrancó lagrimas entre algunos asistentes.

Múltiples emociones así en el concierto del músico bahiano que nos legó una noche redonda para recordar, y que esperamos repetir. Al menos, esa seguridad nos queda al ver el buen estado en que se mantiene Veloso, con una voz que no palidece con el tiempo y una energía que suponemos, viene en la sangre desde sus alegres tierras.

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