Fotografías por Benjamín Neira
Poco más de dos horas, cerca de 30 mil personas y un repertorio robusto que se resumió en 29 piezas. Datos concretos de lo que fue la primera fecha de la ansiada gira de regreso de Los Tres con su formación original, en grande y en casa propia: el Estadio Ester Roa de Concepción, el único recinto abierto de los primeros shows del tour.
Con la instrumental “Follaje en el invernadero” como puntapié inicial, el cuarteto dejó en claro sus pretensiones: más allá de la nostalgia, el interés está puesto en recuperar en vivo ese sonido único, prolijo y sofisticado que sellaron en su discografía en los 90.
Con cuatro pantallas laterales dedicadas a cada músico, y visuales minimalistas, este nuevo show del cuarteto busca destacar el valor de cada integrante, para que sus fanáticos puedan apreciar cómo se complementan en pos de la canción perfecta. Todo un lujo para quienes esperaron más de dos décadas para verlos juntos otra vez, aunque a ratos también puede verse algo frío. Digamos que, aunque los grandes éxitos lo ameritan, es una performance más ideal para recintos más pequeños. Sin duda, la experiencia será mejor en los cuatro Movistar Arena de este fin de mes.
Una a una fueron desgranando sus hits, desde “Sudapara” hasta “Un amor violento”, pasando por algunas sorpresas como “Silencio”, “Feria verdadera”, “Olor a gas”, “Morir de viejo” y “Moizefala”, que emocionaron a los seguidores más acérrimos. El tremendo sonido del concierto no dejó indiferente a nadie y la voz de Álvaro Henríquez lució en gran forma, en parte también a las variaciones tonales, necesarias por el paso del tiempo a pesar de que resten fuerza a las canciones.
Quienes solo vieron el show por la transmisión de TVN, no pudieron apreciar parte de lo mejor que se vivió en este primer show. Uno de estos momentos fue cuando el vocalista se sentó en la batería, Pancho Molina se hizo cargo del bajo y Titae de un órgano para interpretar los dos instrumentales de Fome, “Claus” y “Largo”, instante en que cierta tensión que se hacía sentir en los primeros momentos del show dio paso a una mayor espontaneidad.
Asimismo, en el tradicional segmento dedicado a las cuecas, Ángel Parra lució su voz fuerte y clara en una notable versión de “Una perra con un perro”, con el prócer Roberto Parra en la memoria. Por último, el bis concentró lo mejor de la versión 2024 de Los Tres: las sutilezas que solo son posibles cuando estos cuatro “patanes” se juntan, en una potente versión de “Pájaros de fuego” (con imágenes de Allende, la UP, el bombardeo a La Moneda y la oscura junta militar), y la intensidad del costado rockero del grupo con “Bolsa de mareo” (que nunca sonó bien en la formación post 2013), “No sabes que desperdicio tengo en el alma” y “Tu cariño se me va”.
Fuimos testigos del aplaudido arranque de un retorno que promete sorpresas y alegrías a los fans. Aunque algo de rodaje aún falta, esta versión madura de Los Tres se muestra capaz de defender su legado, con una producción, un sonido y una puesta en escena a la altura del magnifico repertorio que curtieron en aquellos lúcidos años 90.