Aún queda algo del recuerdo del bochornoso casi-show que Liam Gallagher hizo en la edición 2018 de Lollapalooza, donde alcanzó a cantar cuatro canciones y se bajó del escenario producto de una “infección respiratoria”.
De todos modos, su característica voz rasposa sonó fuerte por algunos minutos aquella noche.
Una voz que, según dijo recientemente, ha sido cultivada gracias a base de cigarros y alcohol. Sin embargo, como a todos, la edad le empezó a pasar la cuenta y ha dejado un poco los malos hábitos.
“Sé que cuando no he fumado ni tomado y me comporto sueno un poco cuadrado”, comentó a la radio Sirius XM, agregando que es algo que no lo tiene muy satisfecho. “No me gusta esto. Me gusta sonar un poco rudo y tengo carácter fuerte”, dijo.
De todos modos, aclara que tampoco es el tipo más limpio: “Me comporto un poco, pero no demasiado. No quiero sonar como Aled Jones o Michael Bublé”, bromeó.
No es la primera vez que el menor de los Gallagher cuenta sus problemas con la bebida. En el 2011, en una entrevista para la la BBC, describió sus 20 años de consumo de alcohol como “una basura” y que incluso, no se acordaba que cantó con Oasis en dos noches seguidas en Knebworth.
A continuación, un recuerdo de esos locos años…
