Con 14 nominaciones a los Oscar y 7 Golden Globes ganados, “La La Land” la nueva apuesta de Damien Chazelle (director de Whiplash), se ha transformado en uno de los films del momento.
Y no, no se trata de una película exclusiva para parejas profundamente enamoradas ni una pieza audiovisual obligada para aficionados de las tramas románticas. Porque un musical atrapa a cualquiera, ¿Se imaginan un mundo en donde la banda sonora se involucre con sus protagonistas? Probablemente seríamos un Glee club universal.
Ahora, pongámonos serios. En primer lugar, se trata de un film dinámico, cuyos actores están en constante movimiento. Las coreografías crean ambiente y despiertan las ganas de mover los pies para insertarse en una imaginaria pista de baile (aunque los bailes son algo complejos, así que piénsalo dos veces).
Por otro lado, un detalle no menor: el soundtrack. “City of Stars” es la pieza maestra que corona a esta historia de amor interpretada por Emma Stone y Ryan Gosling. Definitivamente el sentido de la película no sería el mismo sin esta canción. Si lo explicamos de manera más sencilla, “City of Stars” es el sonido idóneo para profundizar los peaks emotivos de la película.
Es que La La Land no es otra película de amor en donde el ‘y vivieron felices por siempre’ se transforma en el argumento que sustenta la historia. Va algo más allá. Diría que neutraliza el amor romántico y aterriza un poco con las relaciones amorosas del siglo XXI. Aunque para que nos cuenteamos tanto, igual nos seduce con algunos episodios idílicos y que nos da una sensación de 14 de febrero en nuestros corazones. Pero qué más da. Nos gusta soñar y para eso está el cine, para facilitarnos la pega de viajar por lo onírico un ratito.
