Los 5 humoristas más malos en la historia del Festival

El Festival de Viña es un híbrido extrañísimo que puede juntar números tan disímiles como Morrissey, pasando por Los Viking’s 5 y llegando hasta comediantes que prendan velitas año tras año para pararse en el escenario televisivo más importante del país.

El humor siempre es lo que el denominado “monstruo” quiere devorar y espera con más ansias por lo que, el fracaso y las malas decisiones en el libreto de la rutina son cosas que quedan para siempre marcadas en el inconsciente colectivo de los chilenos que, querámoslo o no, están pendientes durante 1 semana de lo que pasa en esa mole de cemento llamada Quinta Vergara.

Es por eso que reunimos los 5 humoristas más nefastos que se pararon frente a 15.000 personas y no hicieron reír a nadie:

Sergio Feito (Viña 1990)

Un abuelo que se sube con su hijo y empiezan a dialogar con chistes que nadie nunca entendió, llamó a una modelo, se puso una peluca tipo Rod Stewart, bailó con la modelo y para rematar imitó al Puma Rodríguez. La pifiadera fue tanta que tuvieron que apagar los micrófonos ambientales y, aun así, se escuchaban por la transmisión televisiva. Después de esto nunca más nadie supo de ese tal “Sergio Feito”.

Ruddy Rey (Viña 2014)

El último gran devorado en Viña fue horriblemente fome. Con una Quinta Vergara repleta de señoras que querían a Ana Gabriel de vuelta en el escenario tras un largo show, Ruddy Rey apareció y las pifias no se fueron nunca. Su rutina consistió en presentar un ranking musical con canciones a las que les cambió la letra (Uy, que gracioso) y, cuando ya no podía hacer algo peor, pidió educación gratuita y legalización de la Marihuana ¡Todo mal, Ruddy! La torutura duró 30 largos minutos.

Vanessa Miller y la nana argentina (Viña 2003)

Estas son las cosas que uno no entiende. Luego de haber participado en el estelar que, por esos años, tenía Antonio Vodanovic, Vanessa Miller llevó su personaje de “La nana argentina” (que supuestamente trabajaba en la casa del animador) al escenario del festival. Con una de las rutinas más sexualmente explícitas en la historia del certamen, la actriz terminó cantando “Sólo le pido a Dios” de León Gieco y se fue a los 10 minutos. Fracaso.

Óscar Gangas (Viña 1998)

Oscar Gangas se comió toda la furia del público en la edición 1998 del festival. El comediante se subió con un smoking a contar chistes de gallegos, homosexuales y borrachos… sí, como ese tío que se entona en las reuniones familiares y cree que es gracioso. El 2011 volvió a sacarse la mufa a ese mismo escenario y no le fue tan mal… se ganó dos antorchas. Curiosamente ese premio ni siquiera existe hoy en día.

Ricardo Meruane (Viña 2011)

Poseedor de una de las frases más recordadas de los últimos años, Ricardo Meruane repitió sin parar el “Gracias, no se molesten” ante las miles de personas que lo pifiaron desde que apareció su nombre en las pantallas. Con la cara llena de risa -bueno, se ve desfigurando con el paso de los minutos- el “humorista” se puso una peluca mientras todos le gritaban “¡FOME!”. Luego de esa fatídica noche para él, firmó contrato con un canal de cable para hacer una especie de “Reality” post fracaso que culminó un año después con su vuelta a los grandes escenarios en el Festival de Dichato ¿El resultado? Lo pifiaron.

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