Escritora, compositora y cantante nacional, María Compás (@mariacompas), oriunda de Santiago y radicada en Temuco, toma consciencia de lo que fue este 2023 en cuanto a las cosas del arte. Con la presentación de “Kairos”, su más reciente single, que con un sonido violento y con letras directas, viene a cerrar 12 meses álgidos sin respiro, llenos de movimiento.
En diciembre de 2022, la cantante representó a La Araucanía en Rockódromo, el festival musical público más grande del país, para luego lanzar varios singles, que son parte de un EP a salir durante los primeros meses de 2024.
Compás también realizó el videoclip de “Tropel”, participó en festivales y encuentros como Feria Rara de Santiago, lanzó plaquette de poesía llamado “Kinesfera”, junto con girar por Argentina y Colombia.
Un periodo movido, lleno de autogestión, para seguir viviendo el arte en sus múltiples formas. Ante su proyecto solista que nace en 2018, la artista reconoce: “Siento mucha necesidad de poder detenerme a observar esos episodios que fueron aconteciendo de manera súper concatenadas, no hubo un respiro en un momento del año“.
María Compás ha logrado una multiplicidad en su trabajo, teniendo la posibilidad de poder cambiar o ir mutando sin que eso sea extraño para ella. Poesía y música son dos caras de una misma moneda, que recorre loops, poemas aullidos y rap.
-¿Cómo convives esa multiplicidad que pasa entre música y poesía en medio de un ritmo de publicación rápido al ritmo de las redes sociales?
Convivo amigablemente, porque la multiplicidad se ha dado de manera muy natural en mis procesos desde hace mucho tiempo, y a esta altura es una decisión. He decidido, al menos desde lo musical y desde lo literario, construir, desde la multiplicidad, desde la interdisciplinariedad.
Mis procesos tienen harto de reflexión y de exploración en torno a los materiales que voy utilizando desde la interdisciplina. Esto de estar constantemente transportando ciertos contenidos de un formato a otro, es parte de la dinámica creativa que suelo sostener desde hace tiempo.
Esto se empezó a dar desde lo poético, cuando me empecé a interesar por los formatos y soportes más experimentales respecto a cómo abordar el lenguaje poético. Esto me fue llevó a la música muy accidentalmente en un momento. Luego, ya de manera más decidida. Siempre ha estado presente la multiplicidad de una manera bien espontánea.
-¿Cómo trabajas tus creaciones?
Mis metodologías de trabajo y creación son súper flotantes. Implican esta exploración y experimentación en torno a distintos soportes comprendiendo a los procesos como procesos siempre abiertos. Siempre está la posibilidad de que un material definido, archivado en una canción en un video, pueda posteriormente reversionarse, darse en otro formato o transportarse a otro lenguaje. Es una especie de causal creativa la multidisciplinariedad, siempre creo a través de ese entramado de lenguajes.
-La multiplicidad en la vida se da como en el arte. Uno no es con su mamá como es con sus amigos, así como un texto puede ser un poema, como una canción. ¿Cómo ha sido llevar esta propuesta a públicos de Chile y países de la región?
Ha sido muy importante en el camino y muy esperanzador también el poder ir dándome cuenta del tipo de público que se ha ido presentando en este último tiempo con el nuevo trabajo, que tiene una inquietud respecto a lo interdisciplinario, o a la música y los nuevos medios, o esta inquietud en torno a la relación horizontal entre la visualidad, la música, el sonido de la palabra.
Poder direccionar mi trabajo compositivo, escénico, sonoro, musical, hacia un público que los oyentes que están interesados en esta mixtura, donde la reflexión en torno a ciertas problemáticas epocales son de su interés también, o tienen un lugar en las expresiones musicales, ha sido muy contenedor para mí. Intenciono lo multidisciplinar como una crítica a estos modos dominantes de creación y distribución y difusión musical, porque hoy en día los formatos son cada vez más rígidos, aunque en apariencia, no. Estos son lo más multidisciplinario e interdisciplinario posibles. Sin embargo, las dinámicas internas y externas son súper categorizantes, sigue mucho la lógica de la división del trabajo, cada uno hace lo suyo.
-¿Qué pasa ahí con la escena o las formas de trabajo que existen en la música?
Al final, en escena, todo se ensambla y funciona, pero no hay como una investigación más horizontal y participativa y que se va poniendo en crisis a sí misma a lo largo del proceso. Siento que responde un poco más a otros modos de creación que tienen que ver más con las artes escénicas. A mí este lugar me ha acomodado mucho más que el lugar purista de la música, que responde más al resultado. Compongamos, produzcamos y llevémoslo a escena a las plataformas digitales de difusión, y apelemos a la mayor alcanzabilidad de este material.
Esa lógica lineal me aburre y me incomoda un poco. Despierta en mí reflexiones y críticas. Poder abarcar esas lógicas propias de la música en este espacio un poco más cuidado, y que quede un tiempo más lento en el espacio de las artes vivas y multidisciplinarias, ha sido más cómodo, y ahí he podido encontrarme con personas tanto a nivel creativo como auditivo, a las que les interpelan estos modos de crear que tienen una mirada crítica, más detenida, que pasan por procesos que son más detenidos y que también incluyen, entre comillas, el desvío. No todo es lineal y no todo apunta al resultado, sino más bien al despliegue mismo de la creación.
– Esta búsqueda de la perfección, del producto es algo general a nivel mundial. Muchas veces hay una intención de liberar sin esperar resultados. Un demo puede lograr un mayor impacto en una persona que una canción mejor producida.
Claro, es muy gravitacional el hito. El hito tiene más cabida en el imaginario colectivo, como el efecto que genera. Siento que igual puede ser peligroso. Es y hay que convivir con eso de alguna manera, pero también termina siendo peligroso cuando es la única forma de hacer o de legitimar lo que se crea.
Giras por Argentina y Colombia
-Frente a toda la experiencia que viviste, incluyendo la gira en Argentina como Colombia, los diferentes festivales a los que estuviste. ¿Cómo fueron las diferentes reacciones del público frente a este tipo de arte?
Sorprendentemente fue super linda la acogida. Yo no iba con muchas expectativas fuera del país, iba con la mayor de las ganas, de poder compartir el trabajo en estos espacios, y con mucha alegría. Agradecida de poder tener esa oportunidad, me sorprendió, porque vi que había en la gente mucho interés por acoger estos formatos, mucho respeto. En Argentina estuvimos en espacios súper diversos, desde formatos discoteque, galería, centros culturales, bares. Igual esa mixtura. Fueron apareciendo entre medio, todo improvisado. Incluso terminé en la Feria del Libro de Buenos Aires musicalizando unos poemas de José Watanabe, poeta peruano, en el stand de Perú.
Me llamaba la atención que pese a la diferencia de espacio y a la gente que los constituye, la recepción era muy similar entre los asistentes y mostraron mucho interés en saber que había detrás de cada canción, en las letras, en los procesos. Cada presentación se iba adaptando a las condiciones propias de los lugares. Entonces habían unas que eran muy minimalista, otras que eran un poco más complejas.
-¿Qué pasó en el Festival Fiura, hecho en Cali?
En Colombia fue muy linda la recepción. La tuve difícil porque fui el único proyecto solista, la única mujer solista del festival, en el marco de un estilo más roquero y metalero. Bandas grandes de cinco o seis integrantes. Fue desafiante y me llamó mucho la atención la recepción, el cuidado, todo el involucramiento que tuvo el públique. A mí me tocó participar después de una banda de metal. Estuve inquieta, me arrojé a darlo todo. La improvisación dentro del set fue el refugio, el momento y el punto que más me involucró con la gente de Argentina y en Colombia fue esa expectación de la improvisación.
-¿Qué te permitió ver en tu trabajo estar fuera de Chile?
Me hizo ser consciente de los elementos que he estado utilizando y hacerme cargo. No me había pasado antes. Venía desde la exploración y el juego, un juego muy serio, pero no de lo que implicaba hacer uso de estos elementos en escena. Estoy un poco en eso, haciéndome cargo de lo que he ido construyendo para poder habitar esos procesos.
Nuevo single
El miércoles 20 de diciembre, Maria Compás presentó “Kairos”, el cuarto y último single del año, pensando en un EP para el 2024. Un tema que se escucha más que violento, rebelde, con un sonido fuerte y una letra muy directa en clave rap y electrónico, con la voz de María Compás que se mezcla entre tonos robóticos y sonidos láser. “Mi boca para abrirse no necesita llaves”, “la rabia colectiva con sus garras inflamables” o “el derecho a dispersarme” son algunos de los versos se desprenden.
-¿Qué es lo que se viene?
Es un EP, con siete tracks. A diferencia de los dos primeros que lanzamos este año, “Kairos” es mucho más declarativo, más directo. Tiene esta energía más furiosa, mucho más hacia fuera. Este single “Kairos” tiene un temperamento mucho más fogoso. Nace en el contexto del estallido social, que intentamos revitalizar a través de estos elementos que ocupamos. Es el tema del EP más hacia fuera que es súper íntimo y conceptual. Este es un single que pese a que sigue estando la metáfora bien presente, es concreto en cómo se van planteando ciertas problemáticas sociales a nuestro territorio. Fuimos trabajando con un banco sonoro de samples que fuimos construyendo a lo largo del proceso.
-¿Por qué la decisión de publicar el material de esta forma?
Tomé una decisión hace muy poco de cambiar la fecha del estreno del EP. Al final en este detenimiento que pude darme a fin de año, me di cuenta que estaba siguiendo la lógica externa como la lógica impuesta por el medio musical, según todos estos como imperativos y tips que hay respecto a cómo hacer la distribución de los singles y los álbumes. Me di cuenta de que no estaba siendo fiel al proceso que tuve, por eso decidí ir lanzando los temas que quedan de forma individual. Después de Kairos va a venir otro single, para dar otra mirada.