Marco González: “La gente de la calle adora a mi hermano y eso es lo que vale”

Detrás de todo gran hombre, está su familia. En este caso, Marco González siempre ha estado ahí, apañando cada vez que se ha podido a su reconocido hermano Jorge, tanto en lo personal como en lo profesional.

En esto último, Marco ha dejado su estampa en los diseños de una buena parte de los discos lanzados bajo la marca Los Prisioneros desde 1996 (“Ni por la razón, ni por la fuerza”) hasta los discos de la reunión, y ahora último, ha apoyado en la comercialización de trabajos de rescate histórico, como la edición del DVD de un notable concierto realizado en la Discothque Blondie en el 2008, con un sello independiente llamado Avenida La Novena.
De esto y algunas anécdotas más las conversamos en exclusiva en esta entrevista que sostuvimos con él.

Arte del DVD “Jorge González en la Blondie”, creado y editado por Marco González.

¿Cómo ha sido para ti, la experiencia de haber dado forma a los diseños de varios discos de Los Prisioneros y Jorge González desde 1996?
Fue una muy buen experiencia. Siempre trabajé con libertad en el diseño por parte de Jorge y con una curiosa “rascada de cabeza” por parte de los sellos (sobre todo a la hora de cobrar).

De todos tus trabajos gráficos en discos ¿cuál te dejó más conforme?
Todos, más que el trabajo gráfico es la vivencia en cada trabajo; acordarme como lo desarrollé, con las personas que trabajé, y esos pequeños detalles como la música que escuché mientras los hacía, me traen hermosos recuerdos. Después fue un placer ver los carteles gigantes en el centro, en las micros, en las disquerías, etc… el “Ni por la Razón, Ni por la Fuerza” (1996) en las micros, el de “El Caset Pirata” (2000) en una gigantografía de Alameda con Santa Rosa, los Backlight de “Mi Destino” (1999) en la Feria del Disco y Musimundo, etc… Y luego ver esos jugosos cheques por esos trabajos, ver las caras de los que tenían que hacer esos cheque. Todo eso fue un placer, un orgasmo…

¿Cómo surge el plan de crear el sello Avenida La Novena?
La independencia en la producción, la independencia en la venta, la independencia en la distribución, la independencia en la difusión, la exclusión del código de barras, la venta por mano… ¿qué más romántico que eso?. Ojalá todos hicieran lo mismo, hacer todo por tu cuenta le sube el pelo a tu trabajo, dejarlo en manos de terceros puede llegar a ser una pesadilla.

¿Qué tal fue la recepción del DVD que editaste con Avenida La Novena del show en Blondie 2008?
Súper, llegó a las manos que tenía que llegar. El placer de no verlo en una góndola de supermercado o en una promoción de diario es impagable, eso sólo lo otorga la independencia absoluta. Agradezco infinitamente todo el apoyo y la confianza que me dio Jorge en ese proyecto, sin eso no habría podido.

¿Se vienen nuevos lanzamientos?
Sí, el 2015 se viene con muchas sorpresas… será un año muy lindo

Hablemos de anécdotas: La historia cuenta que terminaste tocando teclados en el Estadio Chile (1986) junto a la banda sin saber tocar ni una sola nota ¿Cómo terminaste ahí?
Bueno, eso de no saber tocar ni una sola nota no es tan así; yo no era un Alan Wider (ex-tecladista de Depeche Mode), pero tampoco era un Quico aprendiendo guitarra. Terminé ahí porque mi hermano me lo pidió (técnicamente no podía secuenciar el bajo de “El baile de los que sobran” y me pidió que lo tocara). Recuerdo que días después de eso, Jorge me agradeció y me regaló un dinero, como pago (yo no pensaba cobrar, yo iba gratis). Con ese dinero (35 lucas) nos fuimos de vacaciones con Anita (mi esposa), a Cartagena. Del show; como la gracia era tocar en “El Baile…”, recuerdo que el público se veía bien eufórico, saltaban en la cancha, recuerdo a mi tío Mario, entre medio de toda esa gente, con su brazo en alto y su mano de obrero empuñada, eso me emocionó mucho.

¿Cómo fue esa anécdota que dice que recordaste a tu hermano Jorge una melodía vieja, que terminó siendo “San Miguel”?
Para el proyecto “La Cultura de la Basura” Los Presos estaban por entrar a grabar el disco, entonces se juntaban en la sala de ensayos de la Novena para preparar eso. Mi pieza estaba al lado de esa sala, sólo nos separaba una puerta corredera. En una mañana Jorge les enseñó esa canción en guitarra acústica, se las cantó… el coro decía “San Miguel en San Miguel” y la letra era bien linda (como la conocen todos ahora). Luego de que Jorge terminó de cantarla les preguntó a los muñecos “¿qué les parece? podríamos incluirla en el disco, no?”… hubo un silencio que se cortó con un algo así como; “ya! ensayemos “El vals” ahora?”. Para el homónimo de Los Presos, se la recordé y por suerte la grabó, un capo mi hermano…!

Aunque el respeto hacia la obra de Jorge ha sido en constante alza en el último tiempo ¿crees que falta reconocimiento aún?
Yo creo que el reconocimiento, el cariño y el respeto lo recibe de quienes lo tiene que recibir no más… los homenajes forzados y para la foto son un cacho… la gente de la calle adora a mi hermano y eso es lo que vale. Los homenajes oficiales son para lavar la imagen de otros, no para homenajear al artista. Creo que para mi hermano, el mejor homenaje es que muchos niños y niñas quieran hacer música, o desarrollen sus talentos en el arte y se la jueguen por sus sueños. Como lo hizo él desde pequeño.

A tu gusto ¿Cuál fue el mayor legado que dejaron Los Prisioneros como banda?
Las canciones de Jorge, las melodiosas, luminosas, valientes y certeras canciones de mi hermano…

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