Hace 10 años vivíamos una verdadera revolución cultural: Internet se fue apoderando poco a poco de nuestras acciones diarias, una conexión nos permitía “hacer las tareas” y leer el diario sin salir de nuestra pieza. Quizás nos resulta raro pensar que por esa época Facebook era tan sólo una red universitaria de contactos y que para comunicarnos usábamos el ya extinto MSN Messenger.
Dentro de esa “precariedad” -comparado con hoy, claro- se fue desarrollando una generación de jóvenes músicos que se dieron cuenta que con un computador podemos hacer todo lo que antes nos hubiese demandado años y años en conseguir: Grabar un disco, hacer su arte, difundirlo más allá de tus amigos, coordinar tocatas y firmar contratos.
En aquella generación estaba Javier Barria, compositor de actuales 34 años que vio en el “Hágalo usted mismo” una real opción de ser músico, lanzar álbums, realizar conciertos y vivir de aquello. Vaya que se lo tomó en serio: hasta el momento lleva la friolera de 16 lanzamientos entre discos oficiales, ediciones caseras y EP’s.
En 2008 declaraba que hacía sus discos en un computador con 256mb de Ram y que agendaba sus shows a través de MySpace. Hoy, seis años después, el músico sigue con el mismo ahínco: independencia, independencia, independencia. Los resultados están a la vista, no es necesario tener una gran maquinaria discográfica ni ser rostro de una marca de ropa para hacer música en Chile -como lo hicieron válidamente sus coterráneos como Gepe-, Barría demuestra que si se puede ser realmente solista.
¿Cómo resumirías la etapa de “Llorar en la calle”, tu último disco?
Fue una linda etapa como medio de “consolidación”, es decir, por primera vez un disco mío se veía enfrentado a más público y expectativas, y eso me sumó un montón de responsabilidad y trabajo. En lo musical fue un disco que me tomó mucho tiempo terminar, pero valió la pena.
Háblanos un poco de “El día en que dejaste de quererme”, tu último single que ya empezó a rotar por ahí…
Es una canción que compuse a fines de 2012 y fue la que dio el puntapié inicial a este nuevo disco. Si bien ya tenía otras canciones compuestas, esta fue la que me hizo decir “aquí hay un disco, empecemos”; y de hecho es la que abre. Es también un punto de encuentro con mis discos anteriores, hay varias citas y casi auto-plagios (en el buen sentido) que me parece que hacen reconocible el tema como mío, pues el disco viene más distinto.
¿Cuándo tendremos más novedades de tu nuevo disco?
El disco saldrá en octubre, y su portada y título espero que se conozcan en unas semanas más, junto con más canciones de adelanto que irán apareciendo periódicamente.
¿Qué tal la independencia?, ¿Es el camino para hacer música en el siglo XXI?
Absolutamente, y creo que siempre podría haber sido una alternativa, solo que no lo sabíamos. En mi caso el hecho de que siga haciendo discos y viviendo de esto habla por sí solo.
¿Te sientes parte de la esa escena de la “nueva música chilena” que está teniendo su boom en otros nombres como Gepe o Alex Anwandter?
Para nada, por más que seamos de la misma generación, yo siempre he seguido un camino propio hace varios años y nunca he necesitado colgarme de una escena o movimiento para hacer notar mi música.
En otras entrevistas has declarado tu fascinación por el formato físico, ¿Eres de los que rebusca en tiendas y ferias algunos discos y todo eso?
La verdad ahora no mucho, hace varios años si lo era, pero terminé vendiendo gran parte de mi colección. No suelo comprar muchos discos, salvo de amigos músicos. Me encantaría ser coleccionista de vinilos, pero mi canasta familiar aún no da para ese vicio. Eso sí, soy muy ordenado con mi colección de mp3 y no tengo problemas en comprar un disco en ese formato.
Viviste todo el proceso de transformación en las plataformas de difusión virtual, desde Myspace, pasando por Lastfm hasta las nubes de datos en streaming ¿Qué opinas al respecto?, ¿Cuánto te tendremos en Spotify?
En cuanto a real retribución monetaria al artista todo sabemos que es una mierda -o quizás no todos saben-, los servicios de streaming y tiendas como iTunes, pero se han transformado en un standard que legitima un poco tu parada en el negocio. Por lo mismo, pronto concretaré un acuerdo que permitirá estar en todos esos servicios digitales, pero eso no quita que siga haciendo disco físicos y promoviendo la descarga gratuita.
En el proceso de composición, ¿Te desnudan, en parte ,las canciones?, ¿Qué tan personales pueden llegar a ser los textos?
No siempre lo son, muchas veces es ficción o ejercicios de estilo, pero hay recursos como la escritura automática que hacen hablar a tu subconsciente y eso puede ser medio espeluznante a veces, de hecho dos canciones nuevas que trabajé así no quedaron en el disco que viene. Las que si quedaron en este nuevo disco son bastante honestas y puedo decir que estuve dentro de ellas.
Por último, ¿Qué disco te voló la cabeza últimamente?
Un disco chileno de este año, “Como un animal” de Juan Pablo Abalo, jamás escuché nada similar hecho en este país.